Durante 2023, la violencia le costó al estado de Chiapas aproximadamente 116 mil 400 millones de pesos, lo que representa 19 mil 487 pesos por cada habitante (per cápita), revela un estudio del Índice de Paz México (IPM).
Señala que Chiapas es el estado con mayor distancia entre la calificación general de paz y la percepción de inseguridad de su población. Esto podría indicar que, aunque las estadísticas no han empeorado significativamente, las personas tienen miedo y se sienten inseguras.
El IPM explica que esto se debe a que ha habido una creciente atención en el último año sobre la incursión de grupos nacionales del crimen organizado en el estado, destacando que incluso los lugares con una línea de base de bajos niveles de violencia y crimen organizado no son inmunes a la incursión violenta de tales grupos.
Señala que, durante los últimos años, el Cártel de Sinaloa (CDS) ha controlado las actividades de tráfico ilícito a lo largo de grandes tramos de la frontera de Chiapas con Guatemala. En 2022, sin embargo, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) comenzó a luchar por el control en ciertas zonas fronterizas.
“De los 124 municipios del estado, sólo tres - Suchiate, Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas - registraron tasas de homicidio extremas en 2023. Todos ellos son municipios fronterizos con poblaciones relativamente pequeñas. La tasa más extrema se registró en Suchiate, cuya tasa de homicidios fue de 121 muertes por cada 100,000 habitantes en 2023, un aumento del 56.2% respecto al año anterior y la tasa municipal de homicidios más alta registrada en Chiapas”, abunda.
Chiapas, en el lugar No. 3 de 32 estados en el Índice de Paz
El índice de Paz México 2024 coloca a Chiapas en la posición número 3 de 32 estados, manteniendo su posición con respecto al año anterior; sin embargo, ante los constantes hechos violentos como enfrentamientos y ejecuciones, la percepción de inseguridad en la entidad es palpable en diversos sectores de la sociedad, desde empresarios, comerciantes, religiosos y hasta en los ciudadanos comunes.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) delegación Tapachula, Nicolás Castañeda, señaló que la falta de atención a la violencia ha permitido que esta se extienda a otros municipios de la frontera sur, lo que ha aumentado la incertidumbre entre los habitantes.
“La percepción de inseguridad es alta en la ciudad, así como en otros municipios fronterizos con Guatemala por la violencia, lo cual está generando incertidumbre entre los pobladores de comunidades como Suchiate y Tapachula, entre otros”, expresó.
Por ello, el empresario hizo un llamado urgente al gobierno federal, estatal y municipal para que retomen el control de la seguridad en los municipios fronterizos, así como de la Sierra Madre de Chiapas (en donde en los últimos meses se han registrado constantes enfrentamientos).
Por su parte, el presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula (ACEPITAP), Elmer Aquiahuatl Herrera, destacó que, aunque el temor por la violencia es latente, los comerciantes continúan trabajando, aunque con una sensación de preocupación y zozobra constante.
“Ha habido sucesos de violencia en Tapachula que no se pueden negar, pues antes no sucedían en la ciudad, lo cual genera preocupación y zozobra entre la población”, abundó.
Destacó que, por el tema de inseguridad, como comerciantes del primer cuadro de la ciudad no han tenido mayor complicación y siguen trabajando de manera normal en el primer cuadro de la ciudad los más de mil negocios, esto, a pesar de la preocupación y el temor latente.
A su vez, el Pastor de la Iglesia Rey de Reyes, Agustín Sumuano, explicó que existe el temor a estar en el momento y lugar equivocados durante una balacera, y el riesgo de ser alcanzados por una bala perdida es una realidad que ya se vive en la ciudad, pues ya ha pasado.
“Antes no había tanta violencia en la ciudad como la que hoy existe en Tapachula, pero considero que es entre las personas que están involucradas en actos ilícitos y se puede ver que cada rato hay homicidios en la ciudad”, externó.
Comentó que como cristianos la confianza es con Dios, pues él es quien da la vida o la quita. Sin embargo, para la sociedad de Tapachula ya es muy peligroso por las balas perdidas con las que se puedan topar en su camino de casa al trabajo, o de sus casas a la iglesia.
Puntualizó que otro de los temores de los religiosos es que se realice una balacera o persecución y que los involucrados en este hecho se puedan esconder o meter en una escuela e incluso en una iglesia.
En tanto, en medio de este clima de inseguridad, transportistas de la Costa externaron que siempre están latentes las amenazas de extorsión hacia este gremio, con el cobro de una cuota mensual por dejarlos trabajar en sus rutas que cubren sobre la carretera federal.
José N. chofer de combis de la ruta Huixtla-Escuintla, recordó que él ha sido víctima de extorsión durante el hostigamiento que vivió hace dos años, pero luego de las denuncias que presentaron ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y ante el Grupo Antipandillas, se logró la detención de los presuntos extorsionadores.
Sin embargo, agregó, esta situación está latente ya que las bandas delictivas nacionales que luchan por el control de la zona cooptan a delincuentes locales para que trabajen para ellos y comienzan a amenazar a los sectores productivos o a los propios habitantes.
Cabe resaltar que, en cuanto a la percepción pública, con una puntuación de miedo a la violencia de 4.007 y una puntuación general del IPM de 1.738, Chiapas registró la mayor discrepancia en el Indicador de Miedo a la Violencia. En este sentido, el Índice de Paz México subraya que estos elevados niveles de miedo pueden explicarse en parte por la creciente concienciación sobre la incursión de grupos nacionales de delincuencia organizada en el estado.