El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha compartido cifras alarmantes sobre la migración de menores, tanto extranjeros como mexicanos, en la frontera norte de México hacia Estados Unidos.
Según UNICEF, 4 de cada 10 niñas, niños y adolescentes que llegan a la frontera norte del país son de nacionalidad mexicana, evidenciando la magnitud de este desafío en el contexto de la movilidad humana.
Fernando Carrera, representante de UNICEF en México, ha señalado que el año 2023 ha sido especialmente complejo en términos migratorios debido a la gran cantidad de personas que están migrando en todo el mundo, no solo en el país.
Reconoce la alarmante cantidad de menores que abandonan su país debido a la violencia y la pobreza, ya sea solos o acompañados, destacando a los estados de Chiapas, Tabasco, Michoacán y Guerrero como las principales zonas de origen de estos menores.
Subrayó que el 60 por ciento de los menores de edad que ingresan a Estados Unidos no son exclusivamente de nacionalidad extranjera, evidenciando así la presencia significativa de menores mexicanos en esta situación. Además, se ha notado un aumento significativo en el flujo migratorio de menores, superando notablemente los registros de años anteriores.
“Esta realidad plantea una preocupación por el bienestar físico, mental y emocional de estos menores, así como por sus derechos y protección. La necesidad de acciones gubernamentales y de organizaciones se hace imperativa para proteger y apoyar a estos menores en situación de vulnerabilidad durante su travesía migratoria”, expresó.
Añadió que los menores corren el riesgo de explotación, tráfico humano y condiciones precarias a lo largo de esta travesía, lo que aumenta la urgencia de atender a los menores extranjeros y mexicanos que migran a los Estados Unidos.
Destacó que UNICEF, otras organizaciones y las autoridades han estado proporcionando asistencia, protección y ayuda humanitaria a estos menores, aunque se requiere una respuesta más amplia y coordinada para abordar esta problemática de manera integral.
“Es fundamental abordar esta crisis migratoria de menores con acciones concretas que garanticen la protección de sus derechos, su bienestar y verla con sentido humanitario y no de seguridad nacional”, abundó.
Puntualizó que los números de los menores cuando llegan a la frontera norte con Estados Unidos se duplican, ya que ahí se juntan los extranjeros y nacionales que se están desplazando internamente por la violencia y la pobreza.