El 80 por ciento de los menores que están en tránsito por la frontera sur realizan algún tipo de trabajo para ayudar a sus padres a recaudar recursos económicos y continuar su viaje hacia los Estados Unidos, aseguró Melissa Salas, oficial y directora del Ejército de Salvación, especializada en el desarrollo infantil en la frontera sur.
Mencionó que un modo de vida de las familias migrantes actualmente en la ciudad es poner a sus hijos a vender dulces en diferentes puntos de Tapachula y a lo largo de la ruta migratoria de Chiapas, ya que es más fácil que compren a un menor que a un adulto.
Detalló que los menores migrantes se autoemplean limpiando parabrisas, abriendo las puertas de bancos y centros comerciales, pidiendo monedas, boleando zapatos o vendiendo chicles o cigarros en las calles durante largas horas.
“De alguna manera, los padres de familia están explotando laboralmente a sus hijos e independientemente de eso, los descuidan durante la jornada laboral que realizan por largas horas en las calles de la ciudad”, expresó.
Añadió que se debe trabajar en conjunto con las asociaciones sociales y las autoridades para erradicar esta problemática que pone en riesgo la integridad de la niñez, tanto migrante como mexicana.
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Precisó que en las calles de Tapachula no solo los menores migrantes trabajan, sino también hay menores mexicanos que son explotados por sus padres, principalmente aquellos que tienen algún tipo de vicio.
Destacó que en los trabajos de monitoreo que realizan en varios puntos de la ciudad, han detectado a más de 60 menores trabajando por más de 12 horas, lo cual los pone en riesgo de sufrir cualquier tipo de violencia o accidente.
“Hemos visto a los niños o adolescentes trabajando, pidiendo monedas bajo el sol, mientras sus padres están a la sombra esperando que lleguen con dinero, y para nosotros eso es explotación”, abundó.
Externó que, a pesar de que como organización trabajan para ayudar a los menores y a los jóvenes, tanto nacionales como extranjeros, debido a la cantidad de ellos que llegan a Tapachula, los recursos no alcanzan para apoyar a todos.
Puntualizó que hay mucho por hacer en el cuidado de la niñez, tanto en contexto de movilidad como en los nacionales que también sufren la falta de apoyo de sus propios padres para que puedan estudiar, tener una identidad o simplemente disfrutar de su niñez.