Durante la administración del fallecido Oscar Gurría Penagos se puso en marcha el proyecto de rehabilitación de 21 casetas de vigilancia para dar mayor seguridad a las colonias de la zona urbana, pero a 2 años que se reinauguraron los trabajos, estos espacios lucen vacíos y abandonados por parte de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
En su momento las autoridades informaron que con base a los acuerdos de la Mesa Tapachula del Consejo Municipal de Seguridad Pública y como parte de la Estrategia Tres, se impulsó el programa de Policía de Proximidad presentada por el Presidente Municipal, Óscar Gurría Penagos, fueron habilitadas con elementos policíacos y radios de comunicación 21 casetas de vigilancia en diversas colonias.
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La rehabilitación solo consistió en la pintura, colocación de herrería y letreros con el nombre de la corporación, sin embargo, las autoridades no detallaron la inversión que se realizó en los trabajos, pero trascendió que el monto superó los 10 millones de pesos.
De acuerdo a los vecinos del barrio San Sebastián, ubicado al sur de la ciudad, la caseta de vigilancia ubicada sobre la 8 sur y 18 calle poniente fue una de las rehabilitadas, pero ahora está abandonada y no cuentan con ningún elemento policíaco que la atienda, por lo que siguen sin contar con seguridad, mientras la ola de ilícito sigue al alza en la zona.
Dijeron que tras su reinauguración únicamente tuvo una semana o un poco más actividad, y nuevamente quedó vacía, sin personal que pueda brindar auxilio a los habitantes de la colonia, quienes en los recientes días han sido víctimas de los delincuentes, por lo que se han visto obligados a formar grupos de vigilancia vecinal para protegerse.
La misma situación sucede en las casetas de vigilancia de Las Vegas, Reforma, Las Américas, entre otras, y es que aseguran que el titular de Seguridad Pública Municipal, Fernando Rivas Vázquez ha incumplido con la población de Tapachula, al no poner en funcionamiento estos espacios.
Los denunciantes mencionaron que en los recientes días se ha incrementado el índice delictivo, principalmente, robos a casa habitación, asaltos a transeúntes, robos de vehículos y motocicletas, y aunque han pedido a las autoridades poner en funcionamiento las casetas de vigilancia, las autoridades han hecho caso omiso a esta demanda.
