Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, están, cada vez más, amenazados por los efectos de la actividad humana, situación que pasa casi desapercibida, pero tiene un impacto importante en la supervivencia de las especies.

La especialista en apicultura, Sandra Luz Bartolón, destacó la importancia de este insecto en el medioambiente, ya que contribuye en la producción de varias especies de plantas frutales, por lo que el grave deterioro que han sufrido en los últimos años debe ser atendido por las autoridades.

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Indicó que el uso de agroquímicos, la tala inmoderada y los incendios forestales han causado un daño irreversible a las poblaciones de abejas, por lo que es el momento de frenar estas actividades, debido a que esta especie regula la producción.

Dijo que, la polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, casi el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; así también, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 por ciento de las tierras agrícolas mundiales.

Sandra Bartolón agregó que es importante seguir fomentando las actividades apícolas en las regiones para proteger a las abejas y a otros polinizadores para que puedan contribuir de forma significativa a resolver los problemas relacionados con el suministro de alimentos.

Finalmente mencionó que, prácticamente todas las especies del planeta dependen de los polinizadores y por ese motivo, es crucial controlar su declive y detener la pérdida de biodiversidad.