Para contribuir y fortalecer el desarrollo académico de las niñas, niños, así como adolescentes refugiados y nacionales, El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados entregó apoyos a escuelas en la frontera sur de México con Guatemala.
El Acnur entregó la ayuda en Tapachula y Ciudad Hidalgo, pues son considerados los principales municipios de acogida de solicitantes de refugio en territorio nacional, ya que solo en la Perla del Soconusco en los últimos dos años se han pedido 165 mil 927 solicitudes de asilo.
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Al respecto, Renee Cuijpers, representante adjunta de ACNUR en México, mencionó que en Ciudad Hidalgo se construyeron cuatro aulas y dos baños en dos escuelas con una inversión de 6.6 millones de pesos provenientes de fondos del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ).
“ACNUR también entregó mobiliario y equipos de cómputo para cinco escuelas de Tapachula y tres de Ciudad Hidalgo. Los apoyos facilitan la permanencia de las niñas, niños y adolescentes en la escuela y benefician a quienes asisten a los planteles”, expresó.
Añadió que los apoyos son parte de los anuncios dados para Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca por un valor de más de 26 millones de pesos en beneficio de la población de las comunidades que acogen a las personas refugiadas y solicitantes de asilo. “Lo donado a los municipios son parte de un proyecto en conjunto entre ACNUR y la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) que busca una mejor integración en las comunidades que de acogida como Tapachula y Ciudad Hidalgo”, abundó.
Destacó que la contribución reconoce la invaluable labor de docentes, directores, madres y padres de familia de las comunidades en México que reciben y acogen a niñas, niños y adolescentes refugiados.
Detalló que estas intervenciones se realizaron a través del financiamiento del programa “Educate a Child”, que contribuye al sector educativo y forman parte del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS).
“La continuidad de la educación para la niñez y juventud refugiada y solicitante de asilo es indispensable en el proceso de integración y aprendizaje, pues el conocimiento y las habilidades aprendidas en las aulas les permiten llevar vidas productivas, plenas e independientes. Los apoyos a las escuelas son también un agradecimiento a las comunidades de acogida solidarias que permiten que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes locales tengan mejores herramientas para su futuro”, finalizó.