Africanos y haitianos que tras una larga travesía arribaron a tierras chiapanecas con la intención de llegar a los Estados Unidos, han visto interrumpido su propósito ante las políticas migratorias que los han obligado a buscar residencia temporal o permanente, asilo o refugio, para después continuar con su recorrido.
Mientras esto ocurre, algunos se ocupan para generar ingresos, otros se mantienen a la espera de recursos económicos que les envían sus familiares de sus lugares de origen como aquellos que están en la Unión Americana y con quienes esperan reunirse.
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Jean, un haitiano peluquero reconoció, que la vida fuera de su país es difícil pero aún tienen la esperanza de obtener sus documentos y finalmente lograr su propósito inicial de llegar a la frontera de los Estados Unidos y después ingresar a aquel país.
Basta un corto recorrido por el centro de Tapachula para observar las actividades con las que estas personas obtienen recursos económicos, desde las mujeres que se dedican a realizar las clásicas trenzas y peinados del Caribe y África, la venta de todo tipo de productos, aguas, refrescos y botanas, hay peluqueros, reparadores de zapatos y no se puede negar la existencia de prostitución femenina y masculina.
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El Ayuntamiento de Tapachula mantiene contratos de trabajo por espacios de 15 días a cuadrillas de extranjeros, lo mismo cubanos, centroamericanos, africanos y haitianos, con una percepción diaria de 170 pesos por jornada, empresas dedicadas a la producción en el campo también ocupan la mano de obra de estas personas.
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