Los albergues de Tapachula no tienen la capacidad para dar atención a todos los migrantes que llegan procedentes de Centro y Sudamérica a esta ciudad en busca de un lugar en donde pernoctar o alimentarse y mucho menos cuentan con el apoyo de las autoridades de alguno de los tres niveles de gobierno.
A esta ciudad todos los días llega un promedio de 300 a 400 migrantes con la intención de llegar a los Estados Unidos, pero se estancan en Tapachula por la falta de capacidad de atención del Instituto Nacional de Migración que los hace esperar dias o semanas para poder darles documentos que les permitan el libre tránsito por el país.
Al respecto, César Augusto Cañaveral Pérez, director del albergue Belén, explicó que los albergues no tiene la capacidad para hospedar a muchas personas migrantes a pesar del esfuerzo que realizan para brindar atención a los grupos vulnerables como: niñas, niños, mujeres, grupos familiares y ancianos.
Reveló que en el albergue Belén desde inicios del año su afluencia ha sido de 400 personas diarias, cundo su capacidad es de 150 y no les ha quedado de otra que adaptarse para tratar de ayudar a la mayor cantidad de migrantes que puedan.
Acusó que ninguno de los niveles de gobierno federal estatal o municipal tiene iniciativas concretas para ayudar a todas las personas que salen de su país por la violencia, inseguridad, pobreza, cambio climático y fenómenos naturales como los que han devastado a Centroamérica y que obligan a su población a migrar para huir de esas situaciones negativas.
“Es necesario que los tres niveles de gobierno y los países de origen tomen acuerdos para ayudar a todas las personas en movilidad humana, ya que hasta el momento únicamente la iglesia es quién les brinda atención”, expresó.
Detalló que durante la pandemia los flujos de personas eran por goteo, pero una vez que abrieron la frontera con Guatemala empezaron a llegar grupos grandes en busca de un lugar donde pasar la noche para no dormir a la intemperie o estar expuestos a la delincuencia.
Destacó que últimamente los que están llegando a los albergues son grupos familiares muy grandes integradas por cuatro a ocho personas, cuando antes por lo general solo llegaban hombres o mujeres solas.
Explicó que para atender a muchas personas se ven limitadas los refugios que hay en la ciudad y tienen que buscan apoyos de todos los sectores de la sociedad para que no les falta aunque sea el pan y la sal para dar algo a quienes acuden a estos lugares en busca de refugio.
Puntualizó que actualmente se están enfrentando al problema de como llegan las personas en materia de salud, ya que llegan personas enfermas, mujeres embarazadas, o con problemas de maltrato fisico o psicológico.