El incremento de las adicciones en Tapachula a consecuencia de la falta de regulación en cuanto a la venta de bebidas embriagantes es un tema de mucha preocupación especialmente para instituciones civiles encargadas de apoyar en la recuperación de adictos.
Sobre este tema platicamos con Luis “N” encargado de la búsqueda de ayuda para el Centro de Rehabilitación para Alcohólicos y drogadictos que se ubica en la colonia san Sebastián lamentó, que, pese a los esfuerzos de ayudar a muchos jóvenes a salir de las adicciones, existe el alto porcentaje de centros de vicio en Tapachula.
“Nosotros consideramos que los altos porcentajes de los jóvenes especialmente que están inmersos en la drogadicción y alcoholismo se debe a factores como la desintegración familiar y problemas afectivos, sin embargo, se requiere mayor compromiso de las autoridades para regular la venta de todas esas drogas”, aseveró.
Destacó, que quienes invitan a los jóvenes a probar por primera vez una droga, ya sea alcohol o marihuana les dicen que se van a sentir muy bien, sin embargo, las repercusiones son negativas al grado de perder familia, ir a la cárcel e incluso hasta dejar de existir.
Recientemente la directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Tapachula, Ana Lydia Ovando Gordillo afirmó que los casos de alcoholismo en jóvenes han tenido un fuerte aumento en el municipio, por lo que es importante reforzar las campañas preventivas en los centros educativos.
Y según información del Centro de Ayuda al Alcohólico y sus Familiares (CAAF) Las personas inician con el consumo de alcohol por diversas causas, principalmente la curiosidad (29.4%), seguida por la invitación de amigos (13.5%), la experimentación (12.4 %), los problemas familiares (10%), la influencia de amigos (9.4%), la aceptación del grupo (4.1 %), por invitación de familiares (2.9%) o depresión (2.4%).
DATO: Con información del CIJ, se ha detectado en los últimos años, un aumento del 25 por ciento en jóvenes de los 15 a 29 años de edad, además del consumo de drogas como la cocaína y la marihuana, esta última la de mayor incidencia en poblaciones de clase media.