Aunado al alejamiento de la sociedad y de la propia familia, el excesivo consumo de alcohol con el tiempo genera graves enfermedades crónicas, como es alta presión arterial, accidentes cerebrovasculares, problema en el hígado, digestivos y además, decesos ocasionados por accidentes de todo tipo e incluso, suicidios al estar alcoholizados.
Ante esto, el profesor Noé N habla del problema del alcoholismo y narra su historia hasta donde tuvo consecuencias por el excesivo consumo de este producto que embriaga y que genera problemas a nivel social, afectando la convivencia familiar, laboral, con episodios de violencia y agresión física.
Noé señala que él hoy pertenece a Alcohólicos Anónimos (AA), donde ha aprendido que el alcohólico pasa por tres etapas muy marcadas por la personalidad de los bebedores.
En la etapa del social, el alcohólico puede tomar una o dos cervezas e irse a su casa tranquilamente con su familia.
Además, está la etapa del alcohólico que toma de vez en cuando, cada mes o cada 15 días, pero en esa etapa ya se está volviendo consuetudinario, es decir, ya está bebiendo constantemente, ya no es ese bebedor social que se puede tomar una o dos cervezas.
En la tercera etapa está quien ya no puede vivir sin el alcohol y es cuando el alcoholismo que es determinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad, que por muchos se conoce como un vicio, que ya no puede parar de beber, se vuelve un bebedor problemático, generando problemas a la sociedad, su familia y ya tiene problemas en el trabajo. Deja de llegar a casa con el gasto y esto se le vuelve una obsesión mental intensa dentro del organismo de cada persona que ha vivido esta terrible enfermedad.
También habló de las consecuencias más difíciles que trae el alcoholismo y que son consecuencias catastróficas, porque el alcoholismo ha matado a más personas que cualquier enfermedad, ya que no respeta edad, sexo, profesión, religión, condición social o política, pudiendo padecerla tanto hombres como mujeres.
Noé y su historia
“Yo con mi experiencia comencé a tomar muy joven específicamente a los 12 años de edad y se fueron presentando las tres etapas. Cuando me di cuenta, la enfermedad ya había hecho presa de mí a los 25 años, tuve que pasar por momentos difíciles, perder el trabajo y familia, al tiempo que avanzó esta enfermedad y no hubo poder humano sobre la tierra o amigos que puedan detener esta enfermedad.
Juramentos, promesas, llanto de una madre, de una esposa, por eso dice claramente en los libros de Alcohólicos Anónimos, que no hay poder humano, podemos consultar un sacerdote, un médico o un brujo, porque en algunas experiencias que he escuchado así lo dicen, ni con pastillas se quita, expresa.
Noe N indica que son mentiras los tratamientos para dejar de beber. “Yo toqué fondo amargo. Bien difícil y en donde solo ese poder supremo me pudo sacar de ahí a través del compañero Milo N, quien me transmitió este mensaje, pero ya llevaba yo mucho tiempo metido en esta enfermedad. Mis padres lloraron y me apoyaron para salir de ahí”.
Por otro lado mencionó, como parte de las consecuencias sufrió un accidente automovilístico, fue a parar a la cárcel y hasta que le llegó el mensaje de AA.
Dijo que el mensaje no llega antes ni después, llega en el momento preciso, en el que cada uno de los alcohólicos tienen que aceptar su condición, porque ese el primer paso, aceptar padecer esta enfermedad, la cual ha matado mucha gente de diferentes edades y que no respeta ninguna clase social, ya que en algunas han logrado contar sus historias, otros han llegado a parar a la cárcel y algunos ya no están vivos, porque quizás no se dieron cuenta, no llegó esa mano de ayuda y no buscaron ayuda para este problema.
Casa Hogar
Noé aceptó hablar de las casas hogar o también llamados centros de rehabilitación, donde a algunos sí les ha funcionado, pero para mantenerse, ya que para que el enfermo salga ya sin beber no han dado resultados, ya que el tratamiento o atención es totalmente diferente.
Se trata de una estancia de tres meses donde queda internado el alcohólico ya problemático, que ya no soporta su familia y que no lo entiende, con terapias de al menos cuatro veces al día obligatoriamente y se paga un recurso que va de tres y hasta cinco mil pesos.
Dentro de este recurso que aportan tienen que proporcionarles sus alimentos y esto también es parte de una buena labor, ya que no reciben apoyo del gobierno, se tienen que sostener de las contribuciones de los familiares de los internos.
Dijo que en los grupos tradicionales de los AA se acude a charlas de una hora y media y no son terapias forzosas, ahí son de buena voluntad. Pueden llegar a la hora que quieran y se sostienen por sus propias contribuciones y no es obligatorio que den su testimonio, no obligan a algo. Ahí el único requisito es tener el deseo sincero de dejar de beber alcohol.
Finalmente, invita a todas las personas que consideren que tienen problemas con el alcoholismo y hasta con drogas, para que acudan a un grupo de Alcohólicos Anónimos a buscar la ayuda.