Alertan por proliferación de minicasinos

El profesional recalcó que la adicción a este tipo de juegos provoca el cambio hasta volverse agresivos con la misma familia, sus metas pueden ser afectadas a futuro

Miguel Rojas | Diario del Sur

  · lunes 14 de noviembre de 2022

Una señora de aproximadamente 70 años, con la vista directa, motivada por el juego, decide poner toda su fe en unas monedas/Foto: Miguel Rojas | Diario del Sur

Un aproximado de más de mil máquinas de las llamadas “Traga Monedas” se encuentran cerca de escuelas, mercados, casas particulares, locales y hasta cerca de iglesias en Tapachula, sin control de autoridades.

“Es fácil entenderle, la maquina acepta monedas de 1, 2 y hasta de 10 pesos, tiene varias frutas donde tu eliges cuál crees que va caer, al principio es difícil de entender y de ganar, yo siempre le voy a la cereza y manzana, de repente que cae una sandia, campana o hasta el bar, que te da todo lo que se encuentra guardado”, expresó uno de los asiduos a este tipo de juegos de azar, cuyo nombre prefirió guardar.


Te puede interesar: Niños de 12 años ya consumen bebidas alcohólicas: CIJ


“No se muy bien cómo jugarlo, me causa ansiedad y me pongo triste cuando veo que pierdo todo mi dinero, mis papis me dan para que gaste y les digo que me voy a entretener un rato en la maquinita, así que ellos saben donde estoy. Ellos también los he visto apostar bastante dinero y como ellos lo hacen yo también tengo derecho a probar”, afirmó una joven identificada como María.


Israel Velásquez Fernández, psicólogo y quien actualmente estudia un doctorado en educación, comentó que a temprana edad están propensos a tener un trastorno por el juego a la maquinita, que podría terminar después en el casino, ya que el grado de las apuestas puede subir de tono a mayor edad, en donde podrían perder la casa o hasta inclusive inmiscuir a un familiar.


Un aproximado de más de mil máquinas de las llamadas “Traga Monedas” se encuentran cerca de escuelas/Foto: Miguel Rojas | Diario del Sur



“Los padres de familia no tienen la visión de las consecuencias que podría pasar, ya que deberían tomar las medidas de precaución y no darle dinero a los niños para que apuesten, podría combatirse con terapias ocupacionales como practicar algún deporte, ocupar su mente en cosas positivas, aunque evite la maquinita traga moneda los padres de familia los recompensan con prestarle su celular que al final perjudica más”, puntualizó.


El profesional recalcó que la adicción a este tipo de juegos provoca el cambio hasta volverse agresivos con la misma familia, sus metas pueden ser afectadas a futuro, hasta su aseo personal puede cambiar, lo que puede ser peligroso, es que los niños empiezan a robar cuando no consiguen el dinero para el juego.

La esperanza de ganar


Una señora de aproximadamente 70 años, con la vista directa, motivada por el juego, decide poner toda su fe en unas monedas, sabe que tal vez lo que gane podría servir para los pasajes o simplemente para poder comprar un plato de comida en el mercado San Juan. La difícil situación la hace arriesgarse a todo o nada.

Según escuchó otra de sus compañeras que doña Cecilia se había llevado 100 pesos, sabe que no es de todos los días, pero quiere sentir la racha ganadora.


Desde muy pequeño demuestran adicción a los minicasinos, pueden hasta llegar a robar para poder conseguir dinero y seguir apostando/Foto: Miguel Rojas | Diario del Sur


Un combista decide meter a todas las opciones que tiene para poder ganar en esa caja forrada de madera y con botones de luces, aprovecha para persignarse y ve al cielo implorándole al señor le vaya bien en la encomienda. Por ratos se desespera, le da con fuerza, pero al final la gente lo observa, le grita “hazlo con cuidado y ponle mucho amor, que ella te dará lo necesario", al final hace caso, recupera lo invertido y un poco más que le servirá para una recarga al celular.