Armados con palos y de frente a manifestantes normalistas de Chiapas, miembros del ejército mexicano cuidaron las instalaciones de la 36 Zona Militar en Tapachula, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo una reunión sobre el tema migratorio a puerta cerrada.
El mandatario federal arribó a este sede militar a las 13:05 horas, donde pasadas dos horas permanecía aún en el mismo punto en reunión con autoridades militares, el titular de Migración, Francisco Garduño, y el delegado de este instituto en Chiapas, Aristeo Taboada.
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Afuera de las instalaciones castrenses, patrullas militares con uniformados custodiaron la zona, debido a la presencia de los estudiantes de la escuela rural Mactumatzá, que viajaron desde la capital del Estado para manifestarse. Los inconformes exigieron al gobierno federal acabar con la presión que se hace hacia los estudiantes en Chiapas, asi como disolver por completo los procesos penales que se iniciaron en contra de más de un centenar de ellas y ellos por manifestarse.
Minutos antes, el presidente López Obrador señaló que no cederá a los chantajes de estos grupos de oposición, ya que lo único que buscan es desestabilizar el proyecto de regeneración en México.
La reunión hermética del presidente se da en medio de la presencia de una caravana migrante que ha avanzado por el sur de la Entidad, desde Tapachula hasta Villa Comaltitlán, por donde caminan este domingo.
Lo inédito de la situación es que no se ha encapsulado por completo al contingente conformado por unos 500 migrantes, que buscan llegar al centro del país y después a la frontera norte. El mandatario federal saldría de esta sede para abordar un vuelo en horas de la tarde con rumbo a la Ciudad de México, donde retomará sus actividades este lunes iniciando con la conferencia mañanera.