Tapachula.- Dunia lleva dos días a la espera que el Instituto Nacional de Migración (INM) le permita colocar su huella en una papeleta que la acredite como personal con legal estancia en México.
Nativa de San Pedro Sula, Honduras, la mujer de 37 años salió de tu tierra debido a la pocas oportunidades laborales y la violencia desatada por las pandillas.
Pero de un infierno llegó a otro y ahora tiene que esperar a que algún oficial migratorio mencione su nombre y le permita el acceso a las oficinas de regularización migratoria al sur de Tapachula, aledaño a la colonia Las Vegas.
Sin embargo, un reciente enfrentamiento entre haitianos y policías ha vuelto lentos los trámites, aunado a la poca información e ineficacia por parte del INM que no depura los procedimientos de haitianos, africanos, cubanos y centroamericanos que aguardan en una larga fila para poder pasar.
Como Dunia, cientos de extranjeros siguen a la espera de poder agilizar sus trámites para poder tener un permiso de salida o la estancia permanente en el sur de México.
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La hondureña viaja desde Mazatán, donde trabaja y vive, para formarse desde las cinco de la mañana hasta las cinco de la tarde, tarea que ha repetido los últimos dos días, pero no es atendida por ninguna autoridad que sólo da largas y pretextos a los cientos de migrantes que llegan hasta estas oficinas.
Alrededor de las oficinas, unos 30 elementos de la Guardia Nacional resguardan la zona para evitar más conflictos como el ocurrido el pasado miércoles, en el que algunos migrantes tomaron piedras par arrojarlas ante la desesperación de no ser atendidos.
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