El obispo de la diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a no olvidar a la población migrante que continúa ingresando en la frontera sur de México, pues a pesar de que se vive la contingencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, países como México mantiene su frontera abierta sin un adecuado cerco sanitario.
A través de su comunicado dominical, el jerarca de la iglesia católica en Tapachula, reconoció que el derecho de migrar no se le puede quitar a ninguna persona, sin embargo debe existir responsabilidad de las autoridades encargadas de la migración y de salud, garantizar que el virus no se contagie de una persona a otra.
Lee también: Choferes solicitan recursos económicos para solventar la contingencia sanitaria
El calvario por el que atraviesan docenas de migrantes varados en Tapachula, ha provocado que muchos de ellos vivan en las calles expuestos a este virus que ha cobrado la vida de miles de personas en el mundo, por lo tanto debe asumir un compromiso con ellos y evitar como lo sucedido hace unos días cuando un grupo de migrantes fueron abandonados entre Tapachula y la frontera con Guatemala al no haber acceso al país de Guatemala.
Por ello, dijo que es importante implementar en el tiempo menos posible un cerco sanitario para el traslado de estos grupos, tanto por seguridad de ellos y la población local, de tal manera que la vida y salud de las personas no se pongan en riesgo otra vez por respeto y humanidad a sus derechos.
Por último, hizo un llamado a todos, autoridad civil y pueblo en general, a no entrar en pánico para no perder el sentido de humanidad que siempre es necesario. Por lo que es importante ser conscientes que los migrantes son personas e, igual que nosotros, están expuestos a la COVID-19. Por lo que cuidarlos también nos cuidamos del contagio, protegiéndolos nos protegemos.
/JO