El Volcán Tacaná, considerado con el coloso de la frontera sur ha sido testigo del desarrollo económico de Tapachula, la cual envejece, sin embargo, parte de su historia y arquitectura se niega a desaparecer.
Tapachula es uno de los lugares más emblemáticos e importantes del estado de Chiapas; este lugar imprime su sello distintivo en cada una de sus fachadas tradicionales, aunado a un clima cálido y húmedo que emerge de la exuberante vegetación que la rodea.
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Las pocas casas de adobe que aún se mantienen en pie con el paso del tiempo resienten los embates de los años y el cambio de diseños de inmuebles y viviendas, que han dejado a un lado el color blanco y negro.
La pintura se cae, las paredes se derrumban y las viviendas se han vuelto inseguros para habitar debido a la falta de conservación y a los movimientos telúricos que han hecho estragos en su infraestructuras, por lo que sus propietarios han optado por abandonarlas.
De acuerdo al último censo realizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a principios de este siglo, sobre el patrimonio vernáculo o popular de Tapachula, se registraron 47 inmuebles entre edificios y casas, que reunían características antiguas que forman parte de la arquitectura de principios y mediados del siglo XX.
A parte de la interesante arquitectura que reflejan inmuebles emblemáticos de Tapachula, en la ciudad hay también otras edificaciones en el primer cuadro de la ciudad construidas en la primera mitad del siglo XX, que le dan su particular personalidad con detalles vinculados al Art Déco, con balcones de hierro y casonas de madera: todo ello como reflejo de un mundo cosmopolita reunido en una ciudad del trópico.
Para el arquitecto e historiador tapachulteco, Hans Kabsch Vela, estas casas y edificios que aún se pueden apreciar en la zona centro y sur de la ciudad, contienen características provincianas y de modernidad, que dejan disfrutar de una arquitectura de rasgos señoriales y europeos, aunque conserva una buena parte de elementos vernáculos o populares en viviendas de otate, adobe o caña brava, con techo de madera o teja de barro.
El arquitecto e historiador agregó que, dentro de esta zona, que ocupan las calles céntricas de Tapachula, hay enormes casas y residencias de influencia al estilo Art-decó, pero también hay edificios de los años 50s del siglo pasado, que combinan un poco lo moderno, por esta razón, no se puede apreciar una calle homogénea de un solo estilo.
Tapachula no cuenta con un vasto catálogo de inmuebles vernáculos, como existen en lugares como San Cristóbal de las Casas, Chiapa de Corzo o Comitán, es sencillamente porque en la primera mitad del siglo XX, Tapachula se convirtió en la potencia económica del estado, contrario a lo que sucedió en otros lugares, entonces hubo que cambiar la fisonomía arquitectónica, ya que lo exigía la modernidad de aquella época. De esta forma se tuvieron que derribar decenas de casas para edificar, hoteles, empresas y otros edificios.
"El afán de modernidad ha hecho que Tapachula cambie su estilo y apariencia, por ello, todas las edificaciones antiguas de Siglo XX, de adobe y teja han cambiado debido a la dinámica económica que ha tenido la ciudad con el paso de los años", abundó.
Muchos de los elementos arquitectónicos de las viviendas no han sido valorados por los propietarios y autoridades, aún cuando estos inmuebles son considerados como vestigio histórico y patrimonial.
Puntualizó que Tapachula está diseñada para volver a ser una ciudad importante en el futuro, y es ahí donde su arquitectura será importante, ya que tendrá un aspecto de interculturalidad, donde exista una combinación de testimonios del siglo pasado con lo moderno.
Sin embargo, aclaró que, es importante que las autoridades hagan una selección del patrimonio de la ciudad, para conservar su historia, aunque sin duda será difícil porque muchos dueños de casas antiguas ahora ofertan sus inmuebles, en consecuencia, es muy probable que se pierdan en un corto plazo.