Una persona sin vida y por lo menos cuatro gravemente lesionados han sido los resultados de las carreras en motocicleta que se realizan cada viernes enfrente de los parques Ecológico y Los Cerritos, sin que alguna autoridad ponga cartas en el asunto, hechos suscitados durante los primeros meses de este 2024.
La lente de Diario del Sur observó que en esta ocasión los caballos de acero salieron a relucir, mientras pocos automovilistas hicieron acto de presencia para medir las habilidades de cada uno de ellos, por lo que los motores y escapes modificados fueron la carta de presentación.
La división entre bikers era muy clara, los que están agremiados de un lado y los que son de manera independiente al otro extremo, en un ambiente casi familiar en donde se pueden encontrar antojitos, resaltando la venta de micheladas que se realiza a ambos costados del bulevar, convertido en improvisada pista de casi 800 metros cada fin de semana.
Con música, algunas electrónicas y otras de corridos bélicos a todo volumen los que encabezan las carreras son los motociclistas independientes que se caracterizan por no traer cascos de seguridad, entre los que hay algunos menores de edad y otros abusan del espacio de asiento de sus unidades llevan a algunas jóvenes atrás.
La primera exhibición comenzó cerca de las 23:00 horas, sin importar que aún transiten vehículos ajenos al evento en la importante vialidad al surponiente de la ciudad, algunos inician haciendo acrobacias, otros retando la velocidad entre ellos, existiendo una rivalidad de quien no tiene miedo al acelerar a fondo para alcanzar velocidades a más de 100 kilómetros por hora.
Las unidades con marcas como Italika, Honda, Yamaha, Dinamo, BMW, entre otras, son las utilizadas, por lo que se consideran unos dioses o guerreros que devoran el asfalto.
En exclusiva para Diario del Sur entrevistamos a Cristian Cea del Club Bikers Galenos, quien argumenta que la representatividad de poder manejar un vehículo de dos ruedas se tiene que cumplir con los requisitos más indispensables como es el casco de seguridad, licencia, tarjeta de circulación, guantes, rodilleras y coderas, además de que dicha unidad debe estar en óptimas condiciones para ponerse en marcha.
“Hay motociclistas que solo vienen a correr sin que ninguna autoridad tomé cartas en el asunto, ya que el lugar no es el adecuado porque hay familias que viajaban en sus carros y tienen que pasar por este sector en donde tienen que esperar a que se den los arrancones para poder transitar por ellos.
Los arranques se dan en menos de 30 segundos a altas velocidades, fui testigo de uno que se accidentó al hacer mal una maniobra y no calculó, lamentablemente perdió la vida” , puntualizó.
El miembro del club de motociclistas explica que los que corren no les importa si van a regresar a casa, además, tienen el mal ejemplo de dejar tirada mucha basura, ya sea de comida, latas o vasos para cerveza.
Finalmente, invita a la ciudadanía en general a acudir a la exhibición e indica que son personas buenas contra personas que no tienen experiencias y hacen actos en fuera de lugar, por lo que las familias que acuden a este tipo de eventos se llevan la sorpresa al encontrar un “cochinero”.
Posteriormente, el ambiente se torna como un pueblo sin ley, se escuchan los rugidos de los motores y uno que otro escape con el sonido como si estuvieran detonando armas de fuego, mientras, a lo lejos solo se ven más motocicletas, unos se conocen entre sí y otros simplemente no, mientras algunos fuman marihuana como si nada les importara.
Durante la realización de este reportaje se pudo constatar que un muchacho de aproximadamente 20 años de edad que iba muy rápido en su caballo de acero, por querer rebasar otro simplemente terminó derrapando sufriendo un traumatismo craneoencefálico severo, probable fractura en la pierna derecha, lo único que se dio a conocer es que es originario del municipio de Cacahoatán.
Es de hacer mención, durante el 2020 los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y de la Estatal Preventiva mantenían operativos para evitar que se practiquen los llamados arrancones, pero desde hace tiempo dejaron de hacerlo y cada viernes por la noche se les puede encontrar corriendo hasta 100 km/h sobre la avenida Independencia y entronque al bulevar Akishino, entre gente cruzando las vías, asentada a ambos costados, entre los carros que se estacionan, el olor a hierba verde, cerveza, fritangas, en un espacio que puede llegar a ser entretenido, pero de mucho riesgo, donde la adrenalina lleva a muchos a acudir a correr o simplemente a curiosear qué es exactamente ese lugar.