La experiencia de ascender el volcán Tacaná requiere preparación física, aclimatación y orientación adecuada. Miguel de la Cruz Moreno, guía local, comparte las recomendaciones esenciales para disfrutar esta aventura de forma segura.
La majestuosidad del volcán Tacaná, ubicado en la frontera entre México y Guatemala y que cuenta con una altura de 4,092 metros sobre el nivel del mar, atrae a aventureros de todo el mundo. Sin embargo, este ascenso de gran altitud no es para tomarse a la ligera y de acuerdo con el experimentado guía, la clave para una experiencia memorable radica en una adecuada preparación física y mental.
“Para disfrutar de una buena aventura y tener un recuerdo positivo, es necesario prepararse durante al menos tres meses. Esto incluye acondicionamiento físico, fuerza en las piernas y aclimatación a la altitud”, explica.
Recomienda que los principiantes realicen caminatas cortas de aclimatación antes de intentar alcanzar la cima. Estas caminatas permiten al cuerpo adaptarse gradualmente a la altura y reducir el riesgo de sufrir el mal de montaña, cuyos síntomas incluyen mareo, náuseas y zumbido en los oídos. “Lo ideal es hacer unas tres subidas a la mitad del volcán antes de intentar llegar al cráter”, detalla.
En cuanto a la preparación física, sugiere trabajar en fuerza y resistencia con ejercicios como subir escaleras y correr en pendientes. No obstante, recalca que practicar la caminata en terrenos montañosos es indispensable.
“No es lo mismo entrenar en plano que enfrentarse al esfuerzo físico que implica el ascenso. Es fundamental medir el nivel de esfuerzo y aclimatar el cuerpo de forma progresiva”, añade.
Dijo que el ascenso completo, desde la base hasta el cráter, puede tomar entre cinco y diez horas dependiendo del nivel físico del excursionista. Además, señala que es importante elegir el horario adecuado para subir, ya sea para vivir la experiencia nocturna o disfrutar del amanecer desde la cima.
El volcán Tacaná no solo ofrece vistas espectaculares, sino también una experiencia que según el guía, se asemeja a una analogía de vida: “Empiezas con mucho ánimo, pero llega un punto donde las fuerzas flaquean. Sin embargo, cuando alcanzas la cima, el esfuerzo se transforma en una profunda satisfacción”.
No obstante, subir sin la preparación adecuada puede acarrear riesgos como torceduras, fracturas, o en casos extremos infartos debido al esfuerzo. Por ello, De la Cruz Moreno mantiene comunicación constante con los cuerpos de rescate de las comunidades cercanas para actuar rápidamente en caso de emergencias.
RECOMENDACIONES MÉDICAS A PERSONAS CON CONDICIONES PREEXISTENTES
De acuerdo con el médico Samuel Marroquín, especialista en medicina deportiva, para personas con condiciones como asma, problemas cardíacos o sobrepeso, es fundamental realizarse un chequeo médico antes de intentar ascender el volcán Tacaná.
“Subir a más de 4,000 metros de altura puede ser un esfuerzo considerable para quienes padecen enfermedades respiratorias o cardiovasculares. Es recomendable acudir a una clínica y obtener una evaluación médica completa para asegurarse de que están en condiciones adecuadas para enfrentar este reto”, recomienda.
Dijo que en el caso de personas con sobrepeso, deben seguir un plan de acondicionamiento gradual, comenzando con caminatas de bajo impacto y aumentando progresivamente la intensidad para mejorar la resistencia. “El cuerpo debe estar lo suficientemente preparado para soportar el esfuerzo físico en la altitud, donde el oxígeno es más escaso y las demandas para el sistema cardiovascular y respiratorio son mayores”, explica.
Destaca además que las personas con asma deben llevar consigo su medicación, como inhaladores y monitorear sus niveles de oxígeno durante el ascenso. “El cambio en la presión y la altitud pueden desencadenar dificultades respiratorias. Es crucial estar preparado para cualquier eventualidad”, agrega.
Calzado adecuado: Un aspecto clave en la seguridad
En cuanto al calzado, el médico deportivo subraya la importancia de elegir botas resistentes y con suelas antiderrapantes para evitar accidentes durante el ascenso. “El calzado adecuado es esencial para proteger los pies y prevenir lesiones. Las botas deben ser fuertes, con soporte en el arco longitudinal y una suela que brinde tracción para caminar sobre piedras, lodo y terrenos resbaladizos”, explica.
También destaca que el calzado debe ser probado antes del ascenso para garantizar que ajuste correctamente y ofrezca la comodidad necesaria durante la caminata. “Si el calzado no se ajusta bien o es inadecuado, puede causar problemas como torceduras, esguinces o incluso fracturas. Además, es importante que la bota tenga un buen soporte para evitar molestias como la fascitis plantar, una inflamación dolorosa de la planta del pie que puede surgir por esfuerzos repetitivos”, concluye.
Yuridia Pérez, una excursionista habitual, comparte su experiencia: “La primera vez que subí, no estaba preparada físicamente y sufrí mareos. Ahora entiendo la importancia de aclimatarse y llevar el equipo adecuado. Subir al Tacaná no solo es un reto físico, sino también mental”.