La Asociación para la Educación y el Desarrollo (ASEDE) dio a conocer que unos 60 mil migrantes hispanohablantes han cruzado por Guatemala para llegar a México y alcanzar los Estados Unidos en lo que va del año.
En entrevista, Jany Ibarra, oficial de acción humanitaria de ASEDE, señaló que este número podría aumentar en el primer semestre de este año, especialmente con la llegada del verano y el descenso de los caudales de ríos en la ruta desde la selva del Darién, así como del río Suchiate, que divide a México con Guatemala.
Indicó que desde la Organización No Gubernamental (ONG) han contabilizado que aproximadamente el 70 por ciento de estos migrantes son núcleos familiares que están saliendo de Sudamérica y Centroamérica en busca de mejores oportunidades de vida.
“Por el endurecimiento de las políticas migratorias, la mayoría de los migrantes están recurriendo a guías o coyotes para cruzar América Central, pues estos grupos no permanecen más de una noche en la frontera y son trasladados rápidamente a México”, expresó.
Añadió que en lugares como Gracias a Dios, Huehuetenango y Tecún Umán, San Marcos, se registra un alto flujo de migrantes, principalmente guatemaltecos, venezolanos y haitianos. Los migrantes suelen agruparse para protegerse mutuamente de amenazas como robos y violaciones durante el viaje.
Detalló que por la frontera Gracias a Dios se estima que salen un promedio de 120 personas al día, mientras que por Tecún Umán alcanza la cifra de mil migrantes que pasan diariamente a México.
Precisó que un 80 por ciento son personas de Venezuela y Haití que se les puede caminar o buscando la manera de cruzar Guatemala para llegar a México y por último al país norteamericano.
“A pesar de los riesgos del propio viaje, los migrantes enfrentan extorsiones y la propia Policía Nacional Civil (PNC) es uno de los principales actores señalados, le sigue el transporte y hospedajes, esto, de acuerdo a los testimonios de los migrantes que consideran que Guatemala es el país donde más extorsiones sufren para continuar su viaje”, abundó.
Destacó que para abordar esta situación, un consorcio de ONGs, junto con asociaciones locales como ASEDECHI y Nuevos Horizontes, monitorea 12 puntos clave a lo largo de las fronteras de Guatemala con el objetivo de identificar necesidades y brindar protección, así como asistencia humanitaria a los migrantes a través de una red de informantes y levantamiento de datos.
Jany Ibarra señaló la falta de políticas gubernamentales para abordar el tema migratorio y la necesidad de que las ONGs y los gobiernos locales lideren la protección, así como la atención a los migrantes en las fronteras de Guatemala con México, ya que es evidente el abandono gubernamental en este aspecto.
“Las cifras oficiales de migrantes que cruzan Guatemala en enero y febrero no incluyen aquellos que utilizan puntos ciegos facilitados por coyotes. Esto dificulta estimar con precisión el número real de migrantes que atraviesan el país”, dijo.
Puntualizó que es necesario que se garantice que los migrantes sean atendidos humanamente y se respeten sus derechos a buscar una mejor calidad de vida lejos de la violencia, inseguridad, pandillerismo, persecución y se busca implementar mecanismos de seguridad que prevengan asaltos y violaciones durante su travesía.