Lucrecia Salva Fuentes, fue una mujer trabajadora que desde muy pequeña dejó su ranchería “Salto de Agua” del municipio de Pijijiapan para ponerse a trabajar, pagar sus estudios y sacar adelante a su familia.
Salva Fuentes, tenía 30 años de servicio en la Secretaría de Salud de Chiapas e inició su carrera como enfermera técnica, años después terminó la licenciatura, hizo una especialidad quirúrgica, maestría en Ciencias de la Educación y concluyó un doctorado en salud pública y gestión sanitaria.
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Fue jefa de enfermería del Hospital de Alta Especialidad Ciudad Salud en dos ocasiones, Jefa de enfermería del Hospital General Tapachula e impulsora de las Damas Voluntarias de la Cruz Roja de la ciudad y Fundadora de la Red de Asesoría y Consultoría en la Profesión de Enfermería en México.
Lucrecia Salva, tenía 53 años de edad, era una mujer que se dedicó a trabajar arduamente, para sacar adelante a su papá, mamá y hermanos, así como a sus sobrinos.
La víctima era una mujer soltera, que no tuvo hijos y no se casó, ya que se dedicó a prepararse en lo académico y profesional en el sector de la salud.
Fue considerada por sus compañeras y compañeros como un ser humano increíble, justa, sincera; con un carisma único y una profesional de la salud, entregada en cuerpo y alma a salvar vidas.
Sus familiares, amigos y compañeros de trabajo mencionaron que, Lucrecia, era una mujer que no tenía problemas con nadie y mucho menos estaba metida en cosas como las que se han dicho.
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Salva Fuentes, fue asesinada de un disparo en la cabeza y su cuerpo fue hallado el pasado sábado en el Municipio de Escuintla, lo cual, generó una conmoción en el sector salud y en la población del Soconusco.