El arribo de migrantes centroamericanos aumentó en los primeros días de diciembre, pese a la pandemia que aún representa un riesgo y la temporada de fin de año.
Olga Sánchez, activista defensora de derechos humanos y propietaria del albergue Jesús El Buen Pastor, expuso que el incremento en temporada final de año es atípico, sin entender algún fenómeno social en concreto.
Dijo que actualmente hay una ocupación del 80 por ciento en el albergue, ya que al interior hay un registro de 200 personas, la mayoría de origen hondureño.
“Las personas siguen llegando, porque la situación en Centroamérica es mala en su economía y vida diaria, ahora entendemos que están saliendo una caravana”, dijo.
Explicó que en cuanto a menores de edad, hay 42 entre niñas y niños, mismos que han viajado acompañados de sus padres.
“Los países de Centroamérica atraviesan momentos críticos, quiero entender que estas personas que están llegando están haciéndolo en caravanas, pero conforme van avanzando se van separando e ingresan a Tapachula en grupos recudimos que no son advertidos por las autoridades”, agregó.
La activista puntualizó que para 2031, prevé haya una aumento en el flujo de migrantes que ingresen a los albergues que operan en la localidad, lo que recrudecerá aún más el fenómeno y exigencias de esta comunidad en el sur de México.
“Estamos casi al tope en el albergue, creemos que para 2021 iniciando el año habrá más movilidad de migrantes hacia esta parte del país, porque ahora muchos buscan quedarse aquí y no intentar llegar hasta la frontera norte”, finalizó.
En Tapachula sólo existen dos albergues activos para migrantes. El segundo, que lleva por nombre Belén, también mantiene aforo de personas en escala alta, aunque no otorgaron cifras.