Familias de la colonia San Antonio Cahoacán, ubicada al oriente de la ciudad viven a merced de la delincuencia ante la falta de patrullajes y de alumbrado público, cuyas condiciones propician un grave problema de inseguridad.
En representación de los habitantes, Alfredo de la Cruz, afirmó que el alumbrado público es una de las principales carencias, ya que derivado a esta situación, sufren asaltos por las noches, principalmente personas que regresan a sus hogares del trabajo o estudiantes y tienen la necesidad de pasar por calles oscuras para llegar a sus domicilios.
Dijo que la petición del alumbrado público ante las autoridades municipales tiene mucho tiempo, pero no han recibido una respuesta positiva, ya que las calles continúan oscuras y representan un peligro constante para los habitantes de esta zona.
Señaló que con el amparo de la oscuridad las personas tienen el temor de salir a realizar sus mandados, por el miedo de sufrir algún asalto, ya que aparte de no contar con el servicio de alumbrado público, el patrullaje de las corporaciones policiacas en esta zona es casi nula.
"Hemos llevado oficios para poder solicitar la atención a estos servicios básicos para la colonia pero hasta el momento no hemos sido escuchados, cuya situación pone a las familias a merced de la delincuencia", abundó.
Así mismo, refirió que, no solo la delincuencia aumenta debido a la falta de alumbrado público, sino a la presencia de migrantes que acuden al albergue Belen y que se han apoderado de las calles de la colonia.
Finalmente hizo un llamado para que las autoridades municipales hagan el esfuerzo de generar mayor seguridad a la colonia a partir de la rehabilitación de las lámparas para el alumbrado público, ya que la delincuencia ha crecido precisamente en los lugares con mayor oscuridad.