Señalamientos, reductores de velocidad y letreros de advertencia no han sido suficientes para frenar los accidentes que ocurren en la famosa “Curva del Diablo”, ubicada en la salida de este municipio hacia Tapachula. En las últimas fechas, se ha desatado otra ola de percances, en su mayoría involucrando tráileres y automóviles procedentes de Estados Unidos.
La “Curva del Diablo” es el lugar con más accidentes registrados en el tramo carretero Arriaga a Tapachula. A lo largo de estos 240 kilómetros, no hay comparación con otro lugar donde ocurra esto. En lo que va del año, se han contabilizado alrededor de 20 accidentes, de los cuales 15 son de tráileres, sin contar los incidentes que no se reportan.
El factor principal es el exceso de velocidad, lo cual provoca que, al llegar a la citada curva, los choferes intenten frenar para no irse de frente a los matorrales; al dar el volantazo, vuelcan.
Cuantiosos daños materiales han dejado cada uno de los accidentes que han ocurrido en la “Curva del Diablo” a lo largo del año, lugar donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha implementado diversas medidas para tratar de disminuir los percances, sin éxito. Se han colocado reductores de velocidad, señalamientos, “fantasmas” y hasta se han pintado leyendas en la carretera para advertir a los choferes del peligro en ese sector.
Por su parte, las corporaciones de emergencia y policiacas han asegurado que el cansancio y el sueño son factores que afectan a los conductores. Al parecer, muchos se quedan dormidos, ya que la mayoría de los accidentes ocurren temprano, con las llamadas de emergencia recibidas por Protección Civil entre las 6:00 y 8:00 horas. Pocos conductores admiten que se durmieron o que venían a exceso de velocidad.
Se espera que se implemente alguna medida extraordinaria para frenar tantos accidentes, donde los principales afectados son personas de otros estados de la República Mexicana que transitan por primera vez en la ya famosa “Curva del Diablo”.