En lo que va a del presente año en Tapachula y la zona Costa desde Suchiate hasta Pijijiapan se han registrado más de 22 robos a instituciones educativas, donde se han llevado desde computadoras, ventiladores, televisores y todo lo que la institución educativa tiene de valor.
La Fiscalía de Distrito Costa- Frontera, tiene igual número de denuncias y mantiene una línea de investigación, sin embargo, los delincuentes venden las cosas y se pierde el rastro, autoridades ministeriales iniciaron carpetas de investigación, donde el director obtiene una copia para darlo a conocer a la sociedad de padres de familia y a la institución educativa, pero el problema es que ya no le dan seguimiento.
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Las denuncias son hechas por directores de jardín de niños, primarias, secundarias y preparatorias, quienes han solicitado a las autoridades mayor esfuerzo para poder brindar seguridad a las instituciones educativas y con ello disminuir los robos.
Hasta el momento no se tienen personas detenidas por este ilícito, pero en algunos casos, los delincuentes se llevan hasta la despensa, que sirve para los alimentos de los niños.
Según el reporte de las autoridades, las colonias que han sufrido estos robos en Tapachula son Vida Mejor, Nuevo Milenio, La Sierra y escuelas que se encuentran en la colonia Indeco Cebadilla. Mientras tanto, otros planteles que también han sido visitadas por los amantes de lo ajeno se ubican en Pijijiapan y Mapastepec, donde han robado computadoras, televisores, ventiladores, entre otros artículos. En este caso, las autoridades continúan con las investigaciones.
La Fiscalía informó también que en la frontera, los municipios que tienen ese mismo problema son: Suchiate, Tuxtla Chico, Cacahoatán, Metapa de Domínguez y Frontera Hidalgo, donde se tienen reportados por lo menos seis robos y los delincuentes se han llevado hasta el cableado eléctrico, así como equipos de sonido con aparatos como micrófono y bocinas con los cuales los maestros realizan sus juntas, eventos y el homenaje a los símbolos patrios.
Delincuentes libres, nulo seguimiento a denuncias
En Tapachula se han detenido a cinco personas por este tipo de delitos, los cuales fueron puestos a disposición de las autoridades ministeriales, sin embargo, los delincuentes al poco tiempo obtienen su libertad ya que los denunciantes no les dan el seguimiento correspondiente a la denuncia y no continúan el debido proceso para poder cerrar el paso a la delincuencia.
Maestros de estas instituciones educativas han informado, que los que se dedican al robo son habitantes de las mismas colonias donde se encuentran ubicadas las escuelas. Señalaron, que aun cuando los vecinos se han percatado de los robos, por temor o desinterés, no son solidarios para colaborar en la denuncia.
Otros directores, al presentar la denuncia del robo, solo piden copias para presentarlas en la asamblea de padres de familia y a la supervisión para así justificar el robo, pero no van más allá.
En el municipio de Pijijiapan, sobre el tramo carretero a Mapastepec, a la altura del kilómetro 160, un jardín de niños y una escuela primaria fueron visitados por los delincuentes. Entraron a robar a la escuela Melchor Ocampo y se siguieron de frente, ya que a un costado se ubica el kínder de donde sustrajeron bombas de agua, trastes, el cilindro de gas, ventiladores, bocinas, equipos de aire acondicionado y hasta sillas de los estudiantes.
En estos casos, se reportan los actos ilícitos, acude la Policía Municipal y solicitan la intervención de un Fiscal del Ministerio Público, pero poco se ha podido hacer. Los docentes y directivos manifiestan su tristeza porque los maleantes roban los artículos que tanto trabajo y esfuerzo les ha costado comprar tanto a ellos como a los padres de familia.
Tapachula, el municipio con mayores reportes
Tan solo en Tapachula, 12 escuelas y unas oficinas de supervisores han sido visitadas por los amantes de lo ajeno, quienes no perdonan nada y se llevan hasta las ventanas de las escuelas.
Entre ellas, figuran una preparatoria y dos escuelas técnicas, donde los directores también se presentaron a denunciar lo robado, pero no se presentaron a ratificar la denuncia.
El modus operandi de los rateros es esperar que caiga la noche para entrar a los planteles educativos. Primero estudian los movimientos para comprobar que no tengan velador y después llegan los fines de semana a robarse el mayor número de cosas posibles. Cuando llegan los maestros el lunes a clases, se encuentran con la sorpresa de que ya fueron saqueados.
Las corporaciones de seguridad y justicia reportan que julio y agosto son los meses en los cuales se incrementan las denuncias, esto debido a que se atraviesan las vacaciones escolares y es ahí donde los delincuentes aprovechan para robar todo lo que sea de valor.
