Para llegar a la “Mano de Dios” hay que caminar cerca de 800 metros, entre veredas accidentadas de senderismo que aloja a las personas en una vivienda de concreto y, al fondo ante el imponente escenario montañoso, la mano que recoge a los visitantes.
Se trata de una construcción de concreto creada por ejidatarios de Córdoba Matasanos y el propietario de esta vivienda donde se promociona el atractivo, Carlos Pérez Velázquez, a donde este domingo han acudido cientos de personas sin respetar la sana distancia.
Primero hay que arribar a Unión Juárez y en vehículo trasladarse hacia el ejido en mención, donde hay que internarse a una de las últimas calles, atravesar un campo de fútbol y tomar una vereda de piedras y lodo.
Pero la acumulación de personas es tanta que caminar por allí resulta una tarea complicada y riesgosa, sin socorristas que hagan labor de auxilio.
Aunque el paisaje es imponente, el recorrido representa un riesgo para personas adultas, que en cualquier momento podrían resbalar y caer, aunado a que en la vivienda al pie de la montaña, decenas de pobladores se aglomeran para esperar su turno y poder subir a la famosa estructura que ha sido promocionada en redes sociales.
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Incluso el trato de las personas que laboran en este sitio es déspota hacia los visitantes, a quienes les señalan que si no pagan 30 pesos no podrán ascender a este atractivo turístico, el cual en este fin de semana lució abarrotado.
Además, una pertinaz lluvia azotó esta zona montañosa, lo que provocó que los turistas locales tuvieran que emprender una salida rápida, en medio de neblina espesa, situación que pudo haber originado daños físicos ante la poca visibilidad.
Pero la salida del lugar fue accidentada para muchos, ya que los vehículos estacionados de las personas que acudieron quedaron hasta en doble fila y aglomerados.
“Ya no subimos a la mano porque se soltó la lluvia, ahora tenemos que regresar pero hicimos el trayecto desde Tapachula en vano, no hay coordinación”, reveló Nayeli, una de las visitantes.
El denominado mirador El Pocito, opera en zona riesgosa y con nulas medidas de sanidad, sin que hasta el momento autoridad alguna tome cartas en el asunto.
