Luego de haber sido retirados de la vía pública por la Secretaría de Servicios Públicos, migrantes haitianos que se dedican la venta de alimentos, bebidas peinados y corte de cabello se han visto en la necesidad de instalarse en espacios formales, a fin de no ser molestados por la autoridad.
Y es que obligados por la necesidad de obtener recursos para subsanar sus gastos básicos, los haitianos se han instalado en una plaza particular ubicada en las 3a poniente entre 10a y 12 norte, en donde les restan los espacios para puedan comercializar sus productos.
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Rose, migrante haitiana quien se dedica a realizar peinados, afirmó que les cobran 80 pesos diarios para poder ofrecer sus servicios o vender sus productos en un espacio de aproximadamente un metro cuadrado.
Indicó que en este lugar hay instalados entre 30 y 40 vendedores, todos haitianos, y el dinero que pagan es solo por el espacio, ya que si ocupan energía eléctrica les cobran más dinero.
Dijo que aunque el precio es caro, se ven en la necesidad de pagarlo, porque en la calle ya no los dejan instalarse, ya que si lo hacen corren el riesgo de que los inspectores les decomisen sus productos.
"Es caro y acá no hay mucha venta, tenemos que pagar 80 pesos todos los días a una persona que está allá sentada, es el dueño del lugar y si no lo hacemos no nos dejan vender acá", abundó.
Cuestionada sobre el porque no se fueron al lugar donde la autoridad destinó reubicarlos, señaló que la opción era buena, porque no les iban a cobrar ni un peso, pero el lugar estaba muy retirado y no llegaban sus connacionales a comprarles.
Cabe hacer mención que realizan los migrantes haitianos es circular, es decir le venden a sus mismos connacionales, y entre los productos o servicios que ofertan están: cortes de cabello, manicure y pedicure, peinados, alimentos, bebidas, calzado y artículos de aseo personal.
Willams, joven haitiano que trabaja de mesero
Migrantes haitianos que están varados en Tapachula siguen buscando la manera de sobrevivir en esta ciudad, en la que llevan meses sin poder obtener papeles para estar de manera legal en territorio nacional.
La presencia de los migrantes haitianos se empezó a notar desde el año pasado, pero se hizo más visibles a mediado de este 2021 por la gran cantidad de niñas, niños, mujeres y hombres de color que se concentran en parque central de la ciudad.
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Ahora se les puede observar trabajando en construcciones, realizando ventas de forma ambulante, ayudante de cocina, en lava trastes de cocina y de meseros para poder obtener recursos.
Willams, joven de 24 años originario de Haití, llego junio de este año, platicó para Diario del Sur que tiene un mes trabajando de mesero en un bar de la ciudad, para poder obtener recursos y sobrevivir en Tapachula.
Explicó que no es la primera vez que realiza este trabajo, pues en Chile; en donde vivió por cuatro años también trabajó en este tipo de negocios sirviendo bebidas y pasando comida.
“Este trabajo es temporal, no me pagan mucho, pero me sirve para juntar para el arriendo, comer y no estar pidiendo dinero a sus amigos o familiares que están en los Estados Unidos”, expresó.
Aseguró que en esta ciudad es muy difícil encontrar trabajo por la gran cantidad de migrantes que están varados desde hace más de ocho meses sin papeles y muchos sin trabajo.
“Yo creo estar en esta ciudad alrededor de dos a tres años y después buscare llegar al norte de México o a los Estados Unidos, pero eso será con tiempo y sin desesperarme. Yo no pensaba llegar hasta esta ciudad y acá estoy, por eso digo, hay que esperar para seguir avanzando”, abundó.
Finalmente, dijo que el destino de todos los haitianos son los Estados Unidos, pues muchos tienen familiares esperándolos o porque ahí pueden lograr el sueño por el que salieron de Haití recorriendo más de nueve países.
Con información de Alejandro Gómez | Diario del Sur