Los habitantes lamentan la incapacidad de Balboa Victorio como funcionaria, la que además tiene en el interior del ayuntamiento graves problemas de organización y transparencia.
El incremento en la inseguridad en este pequeño municipio fronterizo con Guatemala, no solo en delitos de alto impacto como las dos recientes ejecuciones, sino robos, asaltos y trifulcas no son ajenos a la irresponsabilidad del ayuntamiento que ha solapado el incremento de lugares donde se venden bebidas embriagantes y donde no se respetan horarios, además de que la presidenta municipal Aremi Balboa Victorio difícilmente se puede localizar en las oficinas de Palacio Municipal.
Las constantes fotos en redes sociales donde la alcaldesa departe con amigos en centros botaneros y de recreación en Tapachula, que incluso son subidas a su cuenta personal, han creado en la población la percepción de que la funcionaria tiene gusto especial por las bebidas alcohólicas.
Sin embargo, las verdaderas denuncias que deberían ser atendidas como el servicio de agua entubada en los hogares, la que ha sido una constante desde hace muchos años no ha sido resuelta, no hay respuesta señalan los habitantes de Metapa quienes además exponen que el alumbrado público es deficiente, así como la falta de vigilancia que ha incrementado la ola delictiva.
Metapa de Domínguez es en la región el municipio más pequeño, quizás con ello menos presupuesto, pero si con un creciente número de cantinas y pocitos que por mucho supera el número de escuelas e iglesias, según el último censo del INEGI en Metapa hay 13 escuelas: 6 jardines de niños, 5 primarias, una secundaria y un bachillerato y existe una alta marginación, el número de escuelas es mucho menor que el número de cantinas.