Una familia del ejido Toluca fue despojada de su negocio de venta de comida, a escasos metros de su vivienda, por parte de miembros ejidales, quienes les exigían un cobro de hasta mil pesos para poder trabajar.
El pasado miércoles 30 de noviembre, Cinthia Álvarez Villasana y su marido Ángel de León Gutiérrez, quien quedó ciego a raíz de un accidente, fueron desalojados y sufrieron la destrucción de su único medio de subsistencia y con el que mantienen a sus cuatro hijos menores de edad.
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Los hechos se registraron luego de que Ángel de León Hernández, comisariado ejidal, junto con Ever López Pacheco, tesorero; Alfredo de la Cruz López; Jesús Antonio Hernández Velázquez, primer juez auxiliar; así como a gente allegada a ellos, fueran a tirarle el negocio a la familia agraviada.
“Quitaron las láminas, arrancaron los postes de la galera, tiraron la venta, la comida, y huyeron impunemente. Se perdió parte de su mercancía y los perros terminaron comiéndose la carne que tiraron al piso y que sería para los tacos de la venta y para la comida de nuestros hijos”, señaló Álvarez Villasana.
La familia tiene un puesto en donde ofrece frutas, chicharrines y antojitos, a la orilla de la carretera que conduce de Tapachula a Nueva Alemania. En el año 2020 solicitó el permiso para la venta, se le estableció una cuota de 300 pesos mensuales y nunca había tenido problema alguno, sin embargo, desde que entraron estas autoridades al ejido los han hostigado y estas acciones las justifican argumentando que ya se le venció dicho permiso y que ya no tendría que estar en ese lugar, pero no existe notificación alguna.
Vecinos de la comunidad ayudaron a recoger los palos que tiraron lejos, las láminas, y la mercancía que se pudo rescatar para volver a poner su puesto; sus hijos pequeños y su marido hicieron lo que pudieron para rescatar algo qué vender y no quedarse sin comer ese día.
Cabe señalar que por la denuncia de estos hechos ante la Fiscalía de Distrito Fronterizo Costa, han recibido amenazas de las autoridades ejidales implicadas, por lo que solicita que intervengan las autoridades competentes para que no le sigan provocando daños a ella y a su familia.
Por su parte, Ángel de León explica que tuvo un accidente y que perdió la visión hace cinco años. Se hizo una operación porque veía borroso, como a los seis meses se graduó unos lentes y de ahí comenzó a perder totalmente la vista y desde hace tres años no ve nada.
“Soy agricultor, albañil. Ahorita no puedo hacer nada, mi esposa es la que trabaja por mí, por los niños. El comisariado es mi tío, es papá y él sabe de mi condición. También los demás son mis amigos, Alfredo es mi primo, igual él sabe de la situación en la que me encuentro y ellos creen que yo me estoy haciendo, pero no, yo qué más quisiera apoyar a mi esposa, pero no puedo. Ella es la que día tras día hace el negocio, aquí no muy se vende, cuando bien nos va vendemos 150 o 200 pesos, cuando llueve apenas tenemos como 30 pesos. Ella es la cabeza de la familia y la mujer de la casa”, señaló.
“Yo le pido de la manera más atenta a la autoridad que nos dejen trabajar, que se ponga la mano en el corazón como seres humanos que son”, finalizó.
