A tres meses y medio en que las fronteras de Guatemala con México fueron cerradas en los pasos legales, y casi coincidentemente se dio inicio en el país con la Jornada Nacional de Sana Distancia, para la localidad de Talismán, en el municipio de Tuxtla Chico, desde ese entonces, el ambiente comercial se volvió desolador al paralizarse casi todas las fuentes de empleo de ese lugar.
En Talismán, un poblado de más de mil 500 personas, situado en los límites de México con Guatemala, sus habitantes ven pasar cada día de la pandemia del Coronavirus con desesperanza, frustración y necesidades, ya que desde que el Gobierno Guatemalteco ordenó el cierre de sus fronteras, prácticamente este lugar se convirtió en un auténtico pueblo "fantasma".
Don Miguel Rasgado originario de este lugar, cuenta con un estacionamiento y una tiendita, justo a un costado de la denominada "Casa Roja", donde los visitantes guatemaltecos tramitaban invariablemente la Tarjeta de Visitante Regional (TVR), que le permitían internarse a territorio chiapaneco, comprar, divertirse y regresar a su país.
Sin embargo, desde hace casi 4 meses, sus pequeños negocios, como en la mayoría de este poblado, se desplomaron por la falta de afluencia de transmigrantes, visitantes guatemaltecos y de mexicanos que cruzaban diariamente el puerto fronterizo. Por lo que de un momento a otro, se quedó sin sustento económico.
Comentó que la situación para todos los habitantes, es desesperante, desde quien hace la labor de triciclero, que es el principal medio de transporte, los cambistas de papel moneda, los empresarios hoteleros, los de pequeños restaurantes, las familias que tienen tendejones, donde comercializan productos de primera necesidad; prácticamente todos los sectores económicos de este lugar, están paralizados y a la expectativa de lo que pueda suceder las siguientes semanas.
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Miguel Rasgado indicó que luego de que quitaran el cerco sanitario que impedía el paso de personas ajenas a la comunidad, consideraron que sería una buena señal, para comenzar a pensar en una "nueva normalidad", sin embargo, el panorama no ha mejorado.
Ante lo que describe como un panorama desolador, impera también la ausencia de la autoridades de los tres órdenes de gobierno que prácticamente los dejó solos ante la crisis que está generando esta pandemia; en este sentido, lamentó que no se hayan dispersado recursos económicos para los habitantes de esta frontera, ni siquiera una despensa que pudiera aminorar las necesidades de las familias.
Puntualizó que el saldo que habrá dejado el abandono de las autoridades será de coraje contra la clase gobernante que siempre se ha caracterizado por engañar al pueblo, y que ahora con la pandemia, queda demostrado la nula calidad moral de quien dice gobernar este municipio.