En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón, lamentó profundamente el terrible accidente acaecido en el tramo carretero Chiapa de Corzo-Tuxtla Gutiérrez donde perdieron la vida hermanos migrantes y otros muchos resultaron heridos.

Se unió en oración por ellos y sus familias ante está terrible tragedia que generó consternación a nivel nacional, ya que visibilizó la terrible situación que enfrentan los migrantes en busca del sueño americano.

Dijo que duele que hasta que ocurren estas desgracias, parece que las autoridades civiles abren los ojos y los oídos a tan profundo lamentos que desde hace mucho tiempo se han estado manifestando en la frontera sur.

Señaló que anhela para ellos, los migrantes y para todos los ciudadanos mexicanos un profundo respeto a la vida y a la dignidad, por lo que hizo el llamado a las autoridades para atender el grave problema migratorio.

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Por otro lado, el Obispo pidió reflexionar sobre la fiesta a la señora de Guadalupe qué este 12 de diciembre se celebra el 490 aniversario de las apariciones de la madre de los mexicanos, qué ha configurado en gran parte la identidad de los pueblos en el país.

"Entorno estas fiestas, hay muchas celebraciones, peregrinaciones, ofrendas y música para darle gracias o pedirle favores. Pero, ¿será solo de esta manera cómo podemos honrar y venerar a nuestra santa madre de Guadalupe?", abundó.

Puntualizó que la fiesta guadalupana no solo puede quedar en celebraciones culturales, sino que es necesario acompañar pastoralmente esta gran riqueza para que siga madurando una fe más comprometida en beneficio de la construcción de una sociedad más justa, honesta, incluyente y en paz.

Mencionó que para que esto se logre es fundamental descubrir que ante una realidad tan rica y compleja que desafía y cuestiona, toca a los fieles recomenzar desde Cristo en un camino sinodal mirando lejos y ocupándose de los desafíos actuales.