Algunos balseros del río Suchiate han comenzado a hacer su agosto con el cruce de haitianos de Tecún Umán, en Guatemala, hacia Ciudad Hidalgo, en México, al cobrarles cantidades superiores a lo que habitualmente cuesta un “pasaje” en una de estas embarcaciones improvisadas con neumáticos de camiones y tablas.
La mayoría de los trabajadores de este río, se dedican a pasar a los extranjeros río abajo, después del puente internacional Rodolfo Robles, por donde la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración ( INM) ni siquiera se acercan.
Te puede interesar: GN se encuartela cerca del río Suchiate para tener la zona vigilada
Los costos, según uno de los hombres que vive aledaño a este puente en la parte baja, van de los 100 hasta los 150 Quetzales por persona, unos 320 pesos mexicanos, con los que el haitiano tiene derecho a ser llevado de Guatemala a México y ya en territorio chiapaneco ser trasladado hasta la base de combis que corren hacia Tapachula.
Sin embargo, los migrantes no son llevados por toda la ruta de la carretera internacional Suchiate- Tapachula, sino que descienden a la altura del ejido Guadalupe Victoria, donde son transbordados en unidades ecológicas o motocicletas acondicionadas para pasarlos a Tapachula a través de caminos de extravío.
“Toda la ruta se hace con total seguridad y no se abusará de usted en el precio, nosotros somos leales en ese aspecto y los vamos a llevar con bien, lejos de donde están los de Migración”, señala uno de los hombres que se dedica a esta labor de pasar personas por el río.
Aunque esta práctica no la realizan todos los balseros, ya que muchos cobran los 30 pesos a los haitianos que lo hacen por pasos más a la vista de todos, algunos han comenzado a obtener jugosas ganancias a través de los migrantes, que poco pueden hacer por el temor a ser detenidos o violentados por personas que radican en esta franja fronteriza.
Hasta entonces, ninguna autoridad mexicana o guatemalteca se ha dedicado a salvaguardar a los extranjeros que están de paso por esta ruta peligrosa, en la cual la creciente del río se convierte también en un problema y riesgo para aquellos que intentan cruzarlo a pie o nadando, ya que ahora el nivel del Suchiate está al 80 por ciento.