El primer y último Banco del Bienestar construido en territorio mexicano no opera desde que fue construido. Se localiza en el municipio de Tuxtla Chico, en la frontera con Guatemala, puerta de entrada y salida al país.
El inmueble localizado sobre la intersección de la carretera que lleva hacia Tapachula, luce abandonado e incompleto en su construcción.
Adentro, donde se ubica la bóveda de seguridad y a la que sólo rendirá acceso personal de esta sucursal, está rota en la pared frontal y no la concluyen.
Además, hay mobiliario a la vista de todos que no ha sido siquiera desempacado, lo que es un atractivo para maleantes ya que por las noches no hay vigilancia en el sector, que también luce oscuro y sin algún guardia de seguridad que se encargue de mantener seguro el sitio.
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El modesto edificio lleva construido más de año y medio, desde entonces no ha sido utilizado ni echado a andar, pese a que en un principio las autoridades municipales anunciaron la obra como un beneficio para la población de este lugar y la frontera Sur.
El Banco Bienestar cuenta en su estructura con sistema de aire acondicionado, que en cualquier momento podría ser robado porque está a merced de cualquier persona.
Incluso el terreno de este lunar está en colindancia con matorrales y un terreno baldío, así como las instalaciones de Diconsa que en horas de la tarde y noche también quedan solitarias.
La primera y última sucursal de este banco en México podría comenzar a deteriorarse debido a la lluvia y el calor, ya que tampoco le dan mantenimiento y, hasta ahora, es un elefante blanco.