Desde hace 10 años, Betty Escobar es una mujer emprendedora que a través de mucho esfuerzo logró abrir un negocio en su propia casa y se abre camino en el mundo de las artesanías, con reciclables y principalmente con pasta de arcilla, con la que hace diversos artículos, de manera especial colección de ranas.
“Soy artesana, analista, no sé cómo me quieran llamar. Me dedico a lo que es la pasta flexible, la pasta de arcilla; hago de todo, de todo un poquito, pero en lo que más me enfoco, que me apasiona, es la pasta flexible con la elaboración de colección de ranas”, dijo la emprendedora.
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Agregó que también hace colección de vacas, osos, tazas y otras cositas más. Lo que el cliente le pida, manifestó.
Betty Escobar, comenzó con la pasión de crear figuras desde muy pequeña, pero fue hace 8 años cuando inició a trabajar con la arcilla polimérica, la cual requiere de un proceso muy laborioso y un poco de imaginación para poder hacer los dibujos únicos, originales que realiza, ya que no maneja ningún molde.
“Para hacerlos veo videos. Me comenzó a gustar la idea, comencé a practicar y a tener mayor facilidad para realizarlos”, expresó la creativa tapachulteca quien también reconoció que al principio gastó mucho dinero porque desperdiciaba mucha pasta ya que no le salían las cosas a la primera.
La pasta flexible sale algo “carita” -añadió-, pero “ahí fui, poco a poco, no desistí y mire de eso hace ya 8 años. Ya voy haciendo mis cosas, hago mis propias creaciones y me inspiro también en las redes sociales, en Pinterest, Youtube, principalmente”.
La emprendedora vende además pulseras, aretes, llaveros, lámparas y principalmente ranitas de arcilla polimérica, que se han ganado el corazón de los tapachutecos y hasta de personas que pasan en su negocio, como un taxista que adornó su tablero con puras ranitas que ella elabora.
Reconoce que no ha llevado ningún curso de capacitación, ha sido empírica y sobre todo muy creativa para iniciar y sostener hasta ahora su negocio. No está cerrada a nada, tiene disposición a aprender y tomar cursos para mejorar su trabajo.
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“Me gusta cuando la gente me dice qué padre está tu trabajo. Eso me halaga, porque sin haber llevado cursos, les gusta humildemente lo que hago. Ahora, les ofrezco mis productos novedosos a los clientes a través de mi marca Betty Art”, finalizó la emprendedora tapachulteca.
