A días de iniciar la cosecha de café 2023 - 2024, la lucha por precios justos en la comercialización del café se intensifica en la región del Soconusco, donde los caficultores se encuentran en una constante búsqueda de condiciones equitativas que reflejen su esfuerzo y dedicación en la producción del aromático grano.
Ismael Gómez Coronel, líder caficultor y presidente de la cooperativa "Unidos para Estar Bien", dio a conocer que lamentablemente no existe un precio base por parte de la industria, lo cual genera incertidumbre a los productores.
Dijeron que en el Soconusco son alrededor de 22 mil productores robusteros que cada año cosechan alrededor de 300 mil toneladas, las cuales se entregan a la industria del café soluble, quienes compran la producción muy por debajo del precio real.
Señalaron que el año pasado el kilogramo alcanzó los 30 pesos, pero para este año no hay nada certero, lo cual es lamentable porque los costos de producción del aromático grano se ha elevado en más del 30 por ciento derivado de la inflación.
Indicaron que hoy la industria de los cafés solubles vende un kilogramo del aromático grano al consumidor en 580 pesos, mientras que al productor le paga lo que quieren, llevándose toda la ganancia de esta actividad.
Detallaron que el campo sufre el abandono en materia de programa y hoy en la falta de apoyo en la protección de precios justos, por lo que cada vez este cultivo no es redituable para las familias.
"Con estos precios en la actualidad no nos alcanza ni para recuperar los costos de producción, ya que para producir un kilogramo de café robusta tiene que invertir 25 pesos, por lo que las utilidades para las familias es nula", abundaron.
Puntualizaron que los productores proponen de acuerdo a sus cálculos y derivado de los costos de mantenimiento, mano de obra para el corte, que además es muy escasa y los insumos que se utilizan, que el precio justo sería de 50 pesos por kilogramo para la presente cosecha.
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Finalmente solicitaron al gobierno estatal y federal a que apoyen a los campesinos a alcanzar precios justos por sus productos, ya que en el sector prevalece una severa crisis económica, por lo que muchos han optado por abandonar sus cultivos.