Con temperaturas superiores a los 30.2 grados, las aguas marinas de la Costa de Chiapas son de las más cálidas a nivel mundial, cuyo panorama es preocupante ante las repercusiones que podrían generarse a corto plazo.
Vicente Castro Castro, investigador del Centro Investigaciones con Visión para Mesoamérica de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), afirmó que desde el 2019 en coordinación con la Secretaría de Marina instalaron termógrafos en Puerto Madero y Tonalá para monitorear la temperatura superficial del mar y los resultados han sido alarmantes, ya que esta se encuentra 2.2 grados por arriba del promedio mundial.
Dijo que la temperatura de las aguas marinas debería oscilar entre 28 y 29 grados, sin embargo, en el litoral chiapaneco el registro arroja 30.2, cuyas cifras son alarmantes, ya que cada año el crecimiento del calentamiento del Océano Pacífico es muy acelerado.
Reconoció que el calentamiento de los océanos es un problema no sólo de Chiapas, sino a nivel mundial, no obstante, los registros elevados en la temperatura del mar en esta zona son mucho más considerables.
El investigador manifestó que el panorama ante estos escenarios no es nada alentador, ya que entre las principales repercusiones que se generan por el calentamiento de las aguas marinas son: el aumento del nivel del mar, mayor formación de ciclones y huracanes y el desplazamiento de especies marinas.
Indicó que con base al monitoreo que inició en el 2019, el mar ha subido 1.17 milímetros, que parece poco, pero en pocos años el aumento será considerable, lo que provocará mayores afectaciones en comunidades que están orilla de las playas, tal y como está ocurriendo con la erosión en la zona de Puerto Madero.
"Vemos los efectos en la población de la costa chiapaneca donde se han presentado afectaciones por la erosión que provoca el incremento del nivel del mar, tal y como sucede en Puerto Madero, en donde el oleaje desapareció ciertos lugares, como el panteón, algunas palapas y ahora el malecón", abundó.
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Castro Castro puntualizó que el mar es el gran regulador de los climas en el mundo, sin embargo, el impacto de las aguas marinas está generando un aumento de fenómenos meteorológicos como los huracanes, prueba de ello es que cada temporada se presentan con mayor intensidad.
"Hoy estamos viendo las repercusiones del calentamiento de las aguas marinas en la zona, las sequías son cada vez más prolongadas y en época de lluvias, las precipitaciones son más intensas, y estas se presentan en un menor tiempo, por lo que las afectaciones en las poblaciones son más drásticas", sostuvo.
Subrayó que otras de las repercusiones que está generando el incremento acelerado de la temperatura de las aguas oceánicas, es que especies marinas se estén desplazando en busca de mejores condiciones, tal es caso del tiburón que se ha alejado de la zona, por lo que su captura es mucho más compleja para los pescadores de la Costa chiapaneca.
"El calentamiento del mar se presenta en tasas muy aceleradas que no se tenían proyectadas, es decir la temperatura de las aguas se ha incrementado mucho más rápido de lo que se esperaba, lo que está generando impactos fuertes en la zona", acotó.
Lo anterior, nos debe llevar a tomar conciencia para que todos, investigadores, sociedad, empresarios y gobierno, asumamos la responsabilidad que nos corresponde y contribuyamos desde todos los ámbitos, a realizar acciones que conlleven al cuidado de la naturaleza y disminuir la contaminación ambiental.
Calentamiento del mar aleja a especies de la costa
César Castillo Acosta, representante del sector pesquero de escama y tiburón de Puerto Madero, dio a conocer el calentamiento de las aguas marinas en las costas de Chiapas provoca efectos muy drásticos en la actividad pesquera, ya que debido a estas condiciones las especies se alejan cada vez más del litoral chiapaneco.
Recordó que hasta hace 10 años los pescadores dedicados a la captura de tiburón recorrían entre 70 y 80 kilómetros, pero ahora para pescarlo tiene trasladarse entre 150 y 200 kilómetros mar adentro, cuya actividad se ha vuelto más peligrosa y sobre todo los gastos de operatividad se han elevado de manera considerable.
"Debido a la ola de calor, el tiburón se aleja del litoral chiapaneco, lo que aumenta el trabajo para los pescadores de la zona, ya que para poder capturarlo es mucho más difícil e incluso eleva los costos, en cuanto al combustible para las lanchas", abundó.
Subrayó que los efectos del calentamiento de las aguas se resienten mucho más en los meses de noviembre a marzo, ya que cuando inicia la temporada de lluvias la temperatura disminuye y esto beneficia a los pescadores.
Enfatizó que debido al alejamiento del tiburón muchos pescadores han decidido abandonar esta actividad, porque los riesgos son mucho mayores a esas distancias, e incluso, la captura de la especie también se ha visto mermada de manera significativa.
Castillo Acosta remarcó que la situación es grave, por lo que es necesario tomar medidas que permitan mitigar estos efectos, de lo contrario las repercusiones a la actividad pesquera serán más drásticas.
Cae la pesca en un 70% por temperatura cálida del mar
La pesca en la costa chiapaneca se ha ido a la baja, ya que este gremio reporta una disminución de un 70 por ciento, esto debido a las intensas temperaturas que se registran en los últimos años en las aguas del Pacífico mexicano.
Don Armando Enrique Leyva, con más de 50 años dedicado a la pesca en Puerto Madero, confirmó que la ola de calor cada vez provoca más afectaciones, ya que la captura de especies como sierra, bagre, guachinango, entre otras, cada vez es más complicado, pues antes estás especies se encontraban entre 10 y 15 kilómetros de la línea de costa, pero hoy tienen que adentrarse a más de 20 kilómetros para lograrlo capturarlas.
Abundó que hasta hace unos 5 años atrás en cada salida lograban pescas superiores a los 800 kilogramos, pero ahora cuando mucho alcanzan entre los 200 y 300 kilos, lo cual ya no es redituable, "Los pescados se han alejado cada vez más en busca de aguas más templadas, ya que a la orilla de la costa la temperatura ha subido, y eso nos afecta porque tenemos que gastar más combustible y la cantidad de peces es menor también", acotó.
Puntualizó que durante los meses de calor llegan a gastar hasta 30 litros de combustible en cada salida a alta mar, ya que tienen que recorrer más kilómetros para capturar los peces por el calentamiento del agua y en época de lluvias el consumo de combustible es hasta 50 % menor.