La determinación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de dejar a los campesinos sin la tarifa preferencial de energía eléctrica para uso agrícola, mantiene en jaque a los productores de siembra de riego de frontera sur.
Eduardo Vázquez Méndez, representante regional de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), dio a conocer que sin este beneficio estarían a punto del colapso económico porque no sería rentable producir.
Te puede interesar: Malas lecturas de consumo disparan tarifas de energía eléctrica
Dijo que hay pequeños productores que con el subsidio pagaban 4 mil pesos mensuales, pero ahora sin el subsidio del recibo ha llegado en más de 30 mil pesos, cuyo incremento es un golpe mortal para el campo.
Señaló que hay una gran preocupación en torno a las tarifas preferenciales de la CFE destinadas al manejo del bombeo agrícola, porque al quitarlo implica que se tenga el insumo directo a un costo alto, la situación se convierte en incosteable, y vendrá el colapso económico para los que producen de riego en esta región como el banano, el maíz y soya, entre otros.
"Sin esas tarifas se estaría condicionando al mayor empobrecimiento de la región del Soconusco, por eso señalamos que el gobierno federal, el estatal, pero sobre todo los legisladores tienen que reorientar las políticas públicas para dar condiciones para producir, para trabajar en situaciones que permitan seguir dando la abundante calidad y el servicio al pueblo de México de parte de los campesinos", abundó.
Por su parte, Jaime Cerdio Cortes, productor agropecuario, indicó que de por sí la agricultura esta está agonizando, con la eliminación de la tarifa agrícola sin duda quedará sepultada.
Detalló que no hay ningún incentivo, hay problemática grave para producir, no hay esquemas de comercialización, y la realidad es que si el campesino hoy siembra no se sabe a quién se puede vender cuando se cosecha y con esta situación el panorama se torna más complicado.
Finalmente mencionó que el más afectado será el consumidor final, ya que cada día come menos y mucho más caros por la falta de políticas públicas que apoyen a los productores del campo y programas que los beneficien.