Chiapas es la zona de mayor precipitación pluvial a nivel nacional al superar los 2 mil milímetros anuales, convirtiéndose en un tesoro líquido que en su mayoría es desaprovechado debido a la ausencia de un proyecto de captación del preciado recurso que les hace falta a los productores agrícolas.
Víctor Manuel Alemán, ingeniero agrónomo, destacó la urgencia de un plan de captación de aguas pluviales, para garantizar el suministro hídrico a la agricultura. Sin embargo, no hay voluntad política y mucho menos la inversión para hacerlo posible.
Reveló que una alternativa viable es la implementación de tecnología de captación y almacenamiento de agua, como un sistema de recolección de aguas pluviales y técnicas de mejora y manejo eficiente.
“Estas soluciones pueden ayudar a maximizar el aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles y reducir la dependencia de fuentes externas, contribuyendo así a enfrentar este problema y la seguridad alimentaria en la región”, expresó.
Detalló que a pesar de que el sur del país cuenta con el 70% del agua para el consumo humano, solo alberga al 20% de la población y contribuye con el 20% del PIB, mientras que el norte, con el 30% del agua, alberga al 80% de la población y aporta el 80% del PIB.
Añadió que se vive en un país de desigualdades y con el tema del agua pasa lo mismo, pues a pesar de contar con el recurso los que hacen producir la tierra no tienen agua de riego agrícola.
Dijo que el descuido de los procesos biológicos y los cambios climáticos en la gestión del agua están impactando severamente a los productores locales, a pesar de la abundancia de agua que tiene la región.
“Existen 12 zonas de administración del agua, la cuenca del Soconusco en la que nos encontramos y para la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ya no tenemos agua de riego agrícola y existe escasez”, abundó.
Destacó que se reserva agua para consumo humano, pero el sector agrícola enfrenta una escasez del 85% de la producción sin acceso al vital recurso y restricciones para perforar pozos de parte de la Conagua.
Precisó que solo el 15% del área agrícola de la región cuenta con agua, y se proyecta un futuro sin riego de acuerdo a la Conagua, quien se encarga de administrar y preservar las aguas del país con el objetivo de garantizar el uso sostenible del recurso natural y sus bienes públicos inherentes.
Cita que es sorprendente que en una región con tanta disponibilidad de agua como Chiapas y el Soconusco se sufra escasez hídrica, por la falta de interés de las autoridades de hacer un proyecto de recolección de agua de lluvias.
“A pesar del conocimiento de esta problemática, no se vislumbra una acción concreta por parte de las autoridades para abordar la falta de agua, vital para la producción agrícola”, puntualizó.
¿Qué dice la Ley agraria sobre las aguas ejidales?
Leobardo Ortiz Fuentes, Presidente y líder nacional de la Unión Nacional de Ejidos Forestales y Agropecuarios (UNEFA), dio a conocer que la falta de asesoría y conocimiento de los ejidos hacen que no utilicen el agua con la que ya cuenta, la cual, es mucha en Chiapas.
“La ley es clara, río, riachuelos, veneros, lagunas, pozos o agua que están dentro de un ejidos es de su propiedad y no necesitan de un permiso de Conagua para poder usar ese vital líquido”, expresó el representante de la UNEFA.
Añadió que las personas o los ejidatarios no tienen la asesoría correcta para usar este tipo de pozos y todos se van a la Conagua en donde les dicen que no pueden hacer algo hasta tener un permiso.
Destacó que en la zona Baja de Tapachula hay un promedio de 200 pozos que trabajan a medias por muchos factores, principalmente, por los altos costos de energía que cobra la Comisión Federal de Electricidad a los productores.
Precisó que los agricultores del Soconusco están pagando sumas considerablemente altas de energía eléctrica, entre 30 a 35 mil pesos mensuales, para regar 80 hectáreas de cultivos lo que hace no redituable trabajar el campo.
Además, la falta de tecnificación en los sistemas de riego impide que los agricultores puedan implementar prácticas más eficientes y sostenibles, pues la modernización de estos sistemas no solo reduciría los costos de producción, sino que también contribuiría a la conservación del agua y el medio ambiente.
“La situación se complica aún más por la burocracia y la falta de coordinación entre las instituciones gubernamentales y los ejidos, ya que los trámites para obtener permisos son engorrosos y muchas veces se los niegan con el argumento de que no hay agua”, abundó.
Destacó que es necesario implementar políticas públicas que promuevan la tecnificación de los sistemas de riego, faciliten el acceso a la información y los permisos necesarios para su operación.
Externó que la falta de tecnificación en los sistemas de riego de Chiapas representa un serio problema para el desarrollo agrícola chiapaneco y la generación de alimentos.
Puntualizó que se requiere una acción urgente por parte de las autoridades y los actores involucrados para encontrar soluciones que permitan mejorar la eficiencia en el uso del agua y garantizar el futuro de la agricultura chiapaneca.
¿Cómo afecta la falta de agua a la agricultura?
La producción agrícola en el Soconusco va en declive ante la insuficiencia de agua tanto para riego, como por la escasez de lluvias, indicó Jorge Arroyo Ruiz, representante de los Productores de Granos en el Soconusco.
Explicó que entre los cultivos más afectados están el maíz, el sorgo, la soya, el frijol y el ajonjolí, con reducciones en su producción que alcanzan hasta un 70, 60 y 50 por ciento, respectivamente.
"La escasez de productos agrícolas se atribuye a una serie de factores que van más allá de la ausencia de lluvias, pues la falta de apoyo gubernamental es otro problema que dificulta la implementación de medidas para mitigar los efectos de la sequía en la producción agrícola", expresó.
Añadió que las pérdidas económicas también es otro de los graves problemas que están enfrentando en el Soconusco por no contar con un permiso de la Conagua para perforar pozos para el riego de sus cosechas temporales.
Mencionó que hay un proyecto para recolectar, almacenar y distribuir el agua que ayudaría al sustento de miles de familias que viven de hacer producir el campo para que no falten los alimentos en los hogares, pero la autoridad no quiere hacer algo por el campo a pesar de su importancia.
Puso como ejemplo el caso el maíz, que es el producto que actualmente está disminuyendo. Antes se sembraban 20 mil hectáreas, luego pasaron a 10 mil entre cinco mil productores del grano.
"Se está dando una desbandada entre los productores de granos y actualmente creo que vamos a cosechar solamente unas 5 mil hectáreas, lo cual va a provocar la escasez de alimentos en esta región productiva", abundó.
Externó que al no haber maíz y soya no habrá con qué alimentar a las gallinas, a los pollos, a los marranos y esto podría agravar la cotización de los productos. Por tal razón, las autoridades deben hacer algo para garantizar la sustentabilidad del campo chiapaneco.
Finalmente, pidió a los candidatos a puestos de elección popular y que participan en la toma de decisiones en el país, que piensen en el sector productivo de Chiapas, así como de todo el país, porque están enfrentando una crisis grave y no pueden solos.