Grupos de migrantes de diversas nacionalidades decidieron emprender una ardua travesía desde Tapachula hasta la Ciudad de México a lo largo de la carretera costera de Chiapas, en lugar de esperar la caravana programada para el 30 de octubre.
En la carretera costera, es posible observar grupos de aproximadamente 10, 15 o 20 migrantes procedentes de países como Cuba, Haití, Guatemala, Honduras, El Salvador y Venezuela, que han optado por seguir su camino hacia un futuro incierto.
La razón detrás de esta decisión es el temor de ser deportados, especialmente después de las recientes retornos de cubanos por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) en las últimas semanas.
Estos grupos de migrantes lograron cruzar los puntos de revisión migratoria en ViVa México y en el municipio de Huehuetán sin ser detenidos ni obstaculizados por los elementos del INM y la Guardia Nacional.
Francisco de León, originario de Venezuela, explicó que él se encontraba en el parque Bicentenario cuando se enteraron de las deportaciones de cubanos. Ante este riesgo, decidieron empezar a caminar en lugar de esperar a la caravana programada para el 30 de octubre.
Añadió que todas las personas en situación irregular en Tapachula temen ser deportadas a sus países de origen después de haber vendido todas sus pertenencias y atravesado siete países, estando ahora cerca de su objetivo final: llegar a los Estados Unidos.
Miguel Juárez, originario de Honduras, señaló que la situación se ha vuelto más complicada debido a las deportaciones que ha reactivado el INM en la frontera sur. Por lo tanto, están buscando salir de la ciudad de cualquier manera antes de ser detenidos, “Nosotros estábamos esperando que saliera la caravana el próximo 30 de octubre, sin embargo, decidimos caminar y no esperar que las autoridades de migración nos detengan y regrese a nuestro país”, expresó el sudamericano.
Destacó que un promedio de 200 migrantes dejan la ciudad a diario en grupos pequeños debido a las acciones de las autoridades de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el INM.
Miguel, originario de Honduras, también mencionó que la Comar ya no proporciona un documento físico que solía evitar que fueran detenidos y deportados a sus países de origen por la autoridad migratoria de México.
A pesar de la expectativa de la caravana del 30 de octubre, estos migrantes decidieron continuar su travesía con la esperanza de alcanzar el sueño americano y obtener una mejor oportunidad de vida para sus hijos.