Un promedio de 7 mil migrantes integran la caravana que salió la mañana de este lunes de Tapachula, con la intención de alcanzar el norte del país debido a la falta de atención por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera sur.
La caravana ha recorrido aproximadamente 15 kilómetros desde que partió del parque Bicentenario hasta Álvaro Obregón, el primer punto donde descansarán y planificarán si continuar su viaje por la carretera costera.
Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Frontera, hizo un llamado al INM para que proporcione documentos a las personas que participan en este nuevo éxodo masivo, compuesto por personas de Cuba, Haití, Venezuela, Colombia, República Dominicana, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala y otras nacionalidades.
“Seguimos buscando el diálogo con las autoridades de México y esperamos que, ahora que hemos salido con este grupo de 7 mil personas, nos presten atención. Hemos solicitado atención a las autoridades sin recibir respuesta”, expresó.
Añadió que el primer día solo caminaron un promedio de 15 kilómetros desde el parque Bicentenario hasta Álvaro Obregón, donde pasarán la noche y mañana buscarán avanzar 27 kilómetros al municipio de Huehuetán.
Precisó que en la caravana caminan un promedio de 2 a 3 mil niños, niñas y mujeres que desean dejar Tapachula, una ciudad que tiene alrededor de 100 mil migrantes varados sin poder salir.
Acusó al INM de convertir a Tapachula en una especie de cárcel, ya que detienen a los migrantes en los puestos de control migratorio que se encuentran en la carretera costera y los regresan a la ciudad, “Vamos a descansar y esperar a ver qué sucede con el pronóstico del tiempo, ya que sabemos que habrá una tormenta. Hasta el momento, no ha llovido, y si no llueve, podríamos avanzar por la tarde”, añadió.
Además, en la caravana hay migrantes que quieren ayudar en la reconstrucción y limpieza de Guerrero, ya que también han sufrido en carne propia los embates de la naturaleza con terremotos e inundaciones que han destruido sus hogares y se han levantado.
Elísea Flores, originaria de Guatemala, mencionó que están dispuestos a tenderles la mano al pueblo de Guerrero para la reconstrucción de sus viviendas o para levantar todo lo que dejaron las lluvias en su paso.
“No tenemos dinero, pero tenemos habilidades y la fuerza para ayudar en la reconstrucción, y lo único que pedimos al Instituto Nacional de Migración es que nos permita llegar para ayudar a las cientos de familias afectadas por el huracán”, expresó.
Recordó que ellos también han sufrido desastres naturales y han podido levantarse como el ave fénix gracias al apoyo de los mexicanos en los momentos difíciles, como el que están sufriendo en Guerrero.
“Ya vamos caminando en busca de llegar a México, pero estoy seguro de que si nos proporcionan autobuses para llegar a Guerrero, cientos de nosotros nos vamos a unir para ayudar a nuestros hermanos mexicanos”, externó.
En el mismo sentido, Luis Alfredo Torres, de Honduras, dijo que tiene el deseo de ayudar a los mexicanos que sufrieron pérdidas humanas y de su patrimonio debido a los embates del huracán Otis.
“Estamos dispuestos a ayudar a todos nuestros hermanos mexicanos que están pasando por un momento difícil, ya que nosotros también hemos sufrido inundaciones en San Pedro Sula debido a los fenómenos meteorológicos”, agregó.
Se espera que a las 5 de la madrugada de este martes retomen su camino si las condiciones meteorológicas lo permiten, ya que también se pronosticó el ingreso de una tormenta