Carlos Miguel Salas Cruz, originario de Tapachula, ha comenzado a destacar en el mundo del cine, aunque, como dice el viejo refrán, “nadie es profeta en su propia tierra”. Salas, tuvo que dejar su ciudad natal en busca de sus sueños
Salas Cruz ha empezado a cosechar frutos en su carrera como cineasta, ya que recientemente, obtuvo el segundo lugar en la categoría de Mejor Cortometraje Internacional en el prestigioso Nashville Horror Film Festival, gracias a su obra “No Nacido”.
Este logro es un paso importante para Salas en el séptimo arte, pero el productor, asistente de dirección y continuista está consciente de que aún tiene un largo camino por recorrer en este fantástico mundo del séptimo arte.
“He dado un paso importante en este importante mundo para mí, pero considero que puedo dar muchos más en este difícil camino en el que pocos tapachultecos han hecho carrera debido a la falta de un salario estable, ya que aquí nos movemos por proyectos”, expresó en una entrevista con Diario del Sur.
Desde 2017, Carlos ha trabajado arduamente en el mundo del cine de manera directa, tras salir de Chiapas en busca de oportunidades que le permitieran crecer en su carrera. Para él, el camino no ha sido fácil, pero cada sacrificio ha valido la pena. En sus propias palabras señala que alcanzar el éxito requiere de un esfuerzo constante y una dedicación continua, sobre todo en un medio tan competitivo.
El cineasta tapachulteco aseguró que, aunque en Chiapas y Tapachula existen trabajos, estos no suelen estar especializados en el ámbito cinematográfico, lo cual, lo llevó a mudarse primero a México y ahora a Monterrey, donde ha encontrado mayores oportunidades y ha podido seguir creciendo en su carrera.
“Es muy curioso que, siendo de donde soy, no pueda sobresalir en mi propia ciudad, aunque mis raíces y mi cultura me han ayudado a destacar fuera de ella”, añade Carlos, quien estudió comunicación, formación académica que realizó en Tapachula.
Carlos reconoce que el arte del cine es complicado y demanda muchos sacrificios, pero está decidido a seguir adelante. Su participación en festivales de cine le ha brindado la oportunidad de mostrar su trabajo y recibir el reconocimiento de expertos en la industria, lo cual considera un gran aliciente para seguir persiguiendo sus sueños.
A pesar de los desafíos, el cineasta no pierde la esperanza de que algún día su ciudad natal también valore su talento y le brinde el reconocimiento que ha ganado en otras partes del país y espera que su éxito inspire a otros jóvenes tapachultecos a perseguir sus sueños, sin importar las dificultades.
Con una carrera en ascenso, Carlos Salas es un claro ejemplo de perseverancia y amor por el arte. Su historia demuestra la importancia de luchar por los sueños, incluso si eso significa abandonar la tierra natal, en busca de nuevas oportunidades.