En la ciudad de Tapachula se realizó una conmovedora iniciativa para llevar alegría a los niños migrantes y nacionales que viven en el basurero de la ciudad. Esta labor humanitaria la realizó “Carta Anónima” y voluntarios comprometidos con llevar alegria a los menores
El basurero de Tapachula se ha convertido en un lugar habitado por familias, incluyendo niños extranjeros e incluidos los que ya nacieron ahí, que subsisten de la recolección de desechos. En medio de condiciones difíciles y precarias.
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Al respecto, Erick Cabrera, organizador de “Carta Anónima”, mencionó que la iniciativa busca llevar esperanza a estos pequeños, brindándoles momentos de felicidad a través de la entrega de juguetes y un pequeño convivio, proporcionando así un respiro en su entorno adverso.
“Durante estas fechas especiales para las niñas y niños, más de 200 juguetes fueron distribuidos entre los pequeños de “Las Piedritas” y la colonia “Linda Vista” en las cercanías de este lugar, para que se llenen esperanza y alegría en estas fechas”, expresó.
Añadió que se realizaron diversas actividades y se convivió para compartir momentos de felicidad con los niños. Desde actividades en la explanada de “Las Piedritas” y en la escuelita de colonia “Linda Vista”
Destacó que esta acción continúa inspirando a otros a sumarse a esta causa noble y humanitaria, para que el próximo año sean más regalos para los niños del basurero, para seguir llevando un mensaje de esperanza a quienes más lo requieren.
“Transmitir un mensaje de esperanza y amor en un momento donde la unión y la solidaridad cobran mayor relevancia. Esta acción refuerza la idea de que la colaboración comunitaria puede marcar una diferencia significativa en la vida de aquellos que más lo necesitan durante estas festividades.
Externó su compromiso de continuar con esta acción y se convierta en una tradición anual arraigada en la esencia misma de la temporada navideña para los niñas y niños vulnerables.
“Esta noble causa no solo brinda regalos materiales, sino que también crea lazos emocionales y humanos, demostrando que el verdadero espíritu navideño reside en el acto de dar, unir a comunidades y compartir momentos de felicidad con aquellos que más lo necesitan”, puntualizó.