A pesar de los trabajos de rehabilitación por parte de un grupo de ciudadanos tapachultecos en la antigua estación de trenes que han convertido un 50 por ciento de sus instalaciones en lo que ahora llaman la Estación Cultural Tapachula, el Ayuntamiento de Tapachula ha incumplido con la liberación de lo que fuera el área administrativa y telégrafo.
Habitantes de la colonia ferrocarrilera, aseguraron que a pesar del índice de violencia que disminuyó desde que iniciaron los trabajos de rehabilitación, uno de los principales problemas que continúan es el centro de acopio, el cual da una mala imagen y aparte de soportar olores fétidos, no se ha podido avanzar con los trabajos de rehabilitación de la vieja estación.
Marina Aguirre López, presidenta de la Asociación Impulsora y Desarrollo de los Mercados del Soconusco, dijo que es importante la clausura del centro de acopio y su reubicación a otro punto de la ciudad en donde no represente un problema sanitario para la población, pues reconoció que de esa actividad dependen varias familias tapachultecas, por lo que quitarles su centro de trabajo tampoco es la solución.
Destacó que como locatarios, han padecido por sexenios el abandono y la “tomada de pelo” por administraciones municipales, sin embargo desde que se iniciaron con los trabajos de rehabilitación en la antigua estación, ahora Estación Cultural Tapachula, existe mayor interés ciudadano para lograr su rescate por completo, por lo que tener ese centro de acopio a la vista de la población, no permite que se avance con más.
En este sentido, sectores productivos de Tapachula, se han sumado a la iniciativa ciudadana para lograr la liberación por completa de las instalaciones de la antigua estación de trenes y responsabilizaron al ayuntamiento que preside Óscar Gurria Penagos, por lucrar económicamente con unas instalaciones que son de propiedad federal y que forman parte de la historia del municipio al tratarse del ferrocarril.
Cabe señalar que en ediciones anteriores, se dio a conocer que los recolectores de basura pagan al ayuntamiento una cantidad de 125 pesos mensuales por recolector, en donde existe un registro de más de 100 personas que laboran no solo en ese centro, si no en los demás que se encuentran repartidos en la ciudad de Tapachula.