El productor de marañón, semilla de la que extrae la denominada nuez de la India, Abel Ruiz Méndez hizo un nuevo llamado a las autoridades federales para que atiendan las peticiones de este sector, que volteen a ver los beneficios que tiene este cultivo con el medio ambiente.
Dijo que ante la falta de apoyos está sucediendo un fenómeno no antes visto y es que parte de la producción es comprada por Centroamérica donde la industrializan y la exportan a Europa.
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Lamentó que Honduras y El Salvador se estén aprovechando de la falta de apoyo a los productores, ya que adquieren la semilla con cáscara, como materia prima, la industrializan y lo comercializan a mercados internacionales. El gobierno federal en uno de sus programas implementa la siembra de árboles maderables como parte del programa Sembrando Vida, pero lamentablemente no impulsa el cultivo de marañón.
Afirmó que a este sector no se le ha dado la importancia, a pesar de que no solo permite utilizar las tierras productivas sin mucha inversión, produce empleo y tiene una gran demanda en el mercado nacional e internacional.
Enfatizó que los cultivos que se mantienen en esta región son rentables y tienen una buena producción, sin embargo, no alcanzan para cubrir la demanda nacional ni siquiera en porcentaje considerable, por lo que el apoyo gubernamental permitiría elevar la cosecha cada año. Ruiz Méndez indicó que el producto tiene demanda en el mercado nacional, se está hace un recorrido por las ciudades industrializadas como Guadalajara, Monterrey y la CDMX para colocar el producto.
"Los árboles de marañón tienen característica que bien cumplen con el objetivo de la reforestación, son generadores de oxígeno, por ello alzamos la voz para que el gobierno a través de sus funcionarios voltee a ver el cultivo, que se invierta en este proyecto para la siembra de más árboles", abundó.
Finalmente mencionó que son muchos los beneficios que se pueden alcanzar para el campesino y para la industria, porque es un producto altamente rentable pero que requiere de inversión en el campo, la industrialización y mercados, aunque en este último la demanda es muy alta, su proceso requiere de mucha mano de obra.