Tapachula, una ciudad llena de historia y tradiciones arraigadas, encuentra en la charrería una de sus mayores expresiones culturales y deportivas. Esta actividad, considerada el deporte nacional por excelencia, ha logrado mantenerse viva a lo largo de los años gracias al esfuerzo y dedicación de las familias que encuentran en ella una forma de convivencia, amistad y amor por la cultura mexicana.
La Asociación de Charros de Tapachula, fundada el 7 de febrero de 1972, con la colocación de la primera piedra del Lienzo Charro, ha sido el epicentro de esta tradición durante décadas. Bajo la presidencia de Ovidio Ruiz Vázquez, esta asociación ha mantenido viva el tradicional deporte mexicano en esta ciudad, enfrentando diversos desafíos a lo largo del camino.
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Ruiz Vázquez nos relata cómo la historia de la charrería en Tapachula comenzó con la familia de Antonio Monroy, y cómo, gracias al apoyo de los socios activos, se ha logrado mantener hasta la fecha.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus no dejó ilesa a esta actividad, afectando a todos los sectores, incluyendo la charrería. Aún así, poco a poco han ido solventando estos problemas y se encaminan a retomar al 100% esta hermosa tradición en la ciudad.
Anteriormente conocida como la Asociación de Charros del Soconusco, en 1981 decidió adoptar el nombre por el que se les conoce actualmente, manteniendo así vivo el legado de la charrería en Tapachula. Pero ¿cuál es el origen de esta tradición tan arraigada? Ruiz Vázquez nos explica que la charrería se remonta a la época de la conquista española, cuando los caballos fueron introducidos en México y los mexicanos comenzaron a domarlos, convirtiendo esta práctica en una costumbre campirana para la población.
La familia charra de Tapachula se reúne todos los domingos en el Lienzo Charro para cabalgar juntos, convivir y disfrutar de la maravilla de montar a caballo. Además, tienen el noble propósito de transmitir esta cultura a las futuras generaciones de charros y escaramuzas, manteniendo así viva la charrería en el corazón de Tapachula.
La participación de Tapachula en la charrería es destacada, habiendo obtenido reconocimientos tanto a nivel nacional como estatal. Los jóvenes talentos que se van a estudiar a otras partes del país están llevando consigo su pasión por la charrería, demostrando sus habilidades y haciendo su suerte en otros lugares. Es evidente que estas tradiciones ancestrales siguen siendo un orgullo para las familias tapachultecas, quienes cumplen con las normas que la Asociación de Charros de Chiapas les dicta.
El Lienzo Charro ha sido testigo de cientos de escaramuzas a lo largo de años y visto pasar a charros con gran talento, quienes han dado grandes satisfacciones a la Asociación de Charros de Tapachula. A pesar de no haber participado en competencias a nivel estatal o nacional recientemente, se están preparando para regresar por la puerta grande y volver a ser reconocidos como los rivales a vencer en cada evento.
Cada año, la asociación lleva a cabo un promedio de 13 a 15 charreadas, ajustando su calendario según las condiciones climáticas de la región. Pero es en el mes de septiembre cuando el Lienzo Charro se llena de vida, ya que miles de familias acuden a disfrutar de este espectáculo único.
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Para fomentar la participación y el conocimiento de los nuevos charros, la entrada no está siendo cobrada por el momento, invitando así a las familias tapachultecas y de la región a acercarse, aprender y sumergirse en esta hermosa tradición.
La Asociación de Charros de Tapachula se encuentra más viva que nunca, con la determinación de mejorar en todos los aspectos y volver a ser reconocidos como los rivales a vencer en cada competencia charra. La unión, la convivencia, la amistad, el deporte y la cultura se entrelazan en la charrería, manteniendo viva esta tradición mexicana que ha encontrado en Tapachula un lugar privilegiado para florecer y ser admirada.