Luego de la suspensión de actividades de las empresas transportistas con servicio entre Tapachula, Huixtla y otros municipios costeros el pasado domingo ante el temor entre choferes por el llamado cobro de piso que se ha extendido como parte de una segunda pandemia que daña las actividades laborales, pero también el patrimonio, aun así, algunos de los choferes decidieron reanudar el servicio bajo su cuenta y riesgo.
Rosalío N, afirmó que sus compañeros choferes de las empresas Rey Dary y Paulino Navarro decidieron asumir sus propios riesgos aun con el temor, por la necesidad económica de trabajar, ya que si no trabajan no tendrán dinero para llevar el sustento familiar.
Reconoció que hay temor, pero muchos deciden jugarse la vida, ya que si no los mata la delincuencia, los matará el hambre, porque la situación es cada vez más complicada en la zona.
Por su parte, Luis N, indicó que el servicio no sé reanudo al 100 por ciento, ya que hay algunos choferes que tienen miedo a la situación de inseguridad que se vive y solo lo hicieron los que por voluntad propia así lo decidieron.
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Señaló qué los empresarios transportistas les están dando todo el apoyo necesario para parar las unidades mientras las autoridades dan atención a este problema, sin embargo, es la necesidad la que los obliga a continuar con sus labores.
El temor fundado de la presencia de delincuentes integrantes de bandas dedicadas a la extorsión a través del cobro de piso sigue vigente, aunque los empresarios transportistas se nieguen a dar detalles, la situación sigue siendo la misma de las últimas semanas, las llamadas exigiendo el cobro se mantienen y las autoridades mantendrían la misma posición de pedir que se denuncien los hechos.
Incluso en algunos casos, los empresarios transportistas habrían recibido recomendaciones para no hacer las denuncias pero se maneja información extraoficial del cierre, no solo de actividades del transporte sino también de cierre de negocios por causas de “fuerza mayor”, porque ya no pueden mantener estable su economía,.
Las llamadas de extorsión de los delincuentes presumiblemente continúan, ya que estos asumen que esto es parte de un trabajo, el cobro de la venta de la supuesta “seguridad” y “protección” que no es otra cosa que un servicio no pedido y que tiene como objeto dinero fácil a través de infundir el miedo.
Para las empresas transportistas el “cobro de piso” o “derecho de piso” no es un asunto menor, por el contrario, es un problema de vida que debe resolverse para que se vuelva a la tranquilidad y que las empresas como la transporte Rey Dary y Paulino Navarro den el servicio que la sociedad reclama, pero también con la certeza de que sus choferes y unidades no van a sufrir daños por parte de los delincuentes.