A pesar que el 2021, tuvo un ligero descenso del 3 por ciento en denuncias de violencia a la mujer en comparación con el 2020, el problema sigue siendo grave, porque la tendencia que se tiene, es que se está ejerciendo un aumento en los niveles del “violentómetro” con agresiones físicas y feminicidios.
La fundadora de la asociación Por la Superación de la Mujer, Elsa Simón Ortega, mencionó que este año, pese a que ya no hubo confinamiento por la pandemia, se registraron 912 denuncias formales de mujeres violentadas, de este número, el 30% se relaciona a abusos y violaciones sexuales a jóvenes y niñas.
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Expuso que sigue siendo la familia el principal sector que genera esta violencia hacia las mujeres, por lo que muchas veces las mujeres se ven impedidas a hacer una denuncia formal, y es por ello, que las agresiones continúan e incluso, el año 2021, empezó y terminó con feminicidios que aún no se esclarecen.
Simón Ortega, añadió que, desafortunadamente las mujeres se deciden a denunciar, sólo cuando la agresión ha llegado a los golpes, por lo que la violencia psicológica, verbal, patrimonial, económica y otros tipos de violencia, no se denuncian de manera formal.
Otra situación que ocasiona que las mujeres desistan a la denuncian o le den seguimiento a ella, es debido a que no existen las condiciones de seguridad ni de eficiencia en el Centro de Justicia para la Mujer, un sitio creado hace dos años, donde las féminas tienen que ratificar una denuncia o conocer el proceso.
En este sentido, mencionó que se vuelve inaccesible para la mujer que ha sufrido una agresión a trasladarse a más de 20 kilómetros de Tapachula, en condiciones inseguras tanto en el acceso como en la atención que se le brinda en el Centro de Justicia para la Mujer conocido como CEJUM.
Por estas razones, sólo el 50 por ciento de las denuncias que en un principio se realizaron de manera formal, les dan seguimiento las mujeres víctimas de la violencia, por lo que es importante que se generen mejores condiciones de acceso a la justicia, para que exista una solución a este flagelo.
Finalmente, la falta de personal en la fiscalía, así como las condiciones de la pandemia, han propiciado que no exista una justicia pronta y expedita, ya que hay acusados que tienen más de 2 años que no han recibido una sentencia, por ello, se desestima la denuncia en la violencia contra la mujer.