Ante la renuencia de la población por acatar las medidas preventivas emitidas por las autoridades de salud por la pandemia del Covid-19, el Ayuntamiento de Tapachula el pasado lunes cerró los parques de la ciudad, sin embargo, está acción afectó a las personas que se dedican como aseadores de calzado, quienes por años han hecho de esta actividad, su principal fuente de ingresos.
En presentación de los aseadores de calzado, Bernabé Flores Pérez, afirmó que, están conscientes de la contingencia epidemiológica por el Covid-19 que se vive en México, en donde las autoridades han pedido quedarse en casa, pero las personas que se dedican a este oficio tienen que correr el riesgo, ya que viven al día y el no laborar implica no llevar el alimento a sus casas.
Dijo que, la determinación que tomó la autoridad municipal de cerrar el parque les ha pegado fuertemente en sus bolsillos, ya que no se consideró la situación de los aseadores de calzado que por décadas han hecho de esta plaza pública su centro de trabajo, y es que ellos tenian que acudir a este lugar a pesar de la contingencia no por gusto sino por necesidad.
Señaló que, son alrededor de 20 aseadores de calzado quienes fueron afectados con el cierre del parque central, quienes se han reunido para tomar acuerdos y hacerle llegar a la presidenta Rosa Irene Urbina Castañeda un oficio, en donde se le solicitará un apoyo económico o bien buscar una alternativa para que puedan seguir laborando.
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Detalló que, en su caso lleva más de 49 años laborando en el parque central como aseador de calzado, ya que al ser una persona discapacitada no puede conseguir otro empleo, pero ni su limitación física ha frenado la necesidad de conseguir recursos para llevar el sustento a su casa, por ello, es tan importante poder continuar con su actividad.
El entrevistado puntualizó que, en promedio tenía un ingreso diario de 200 pesos, cuyo recurso ocupaba para pagar la renta, llevar comida a su nieto y comprar sus materiales para asear calzado, pero ahora, la situación se ha empeorado, ya que en sus bolsillos no tiene ni para adquirir sus alimentos del día y además, teme que lo echen a la calle porque no tendrá como pagar el lugar donde vive.
"Pedimos a la presidenta municipal que nos apoye, si puede hacer con un recurso económico estaría bien, sino, que nos permita regresar a nuestro centro de trabajo, ya que para mis compañeros y para mí, es nuestra única fuente de ingresos, de lo contrario no moriremos del Covid-19, sino de hambre" acotó.