Ante las medidas preventivas que han emitido las autoridades sanitarias por el Covid-19 se ha incrementado la demanda de productos de la canasta básica, situación que ha sido aprovechada por los comerciantes para incrementar de manera injustificada los precios, lo que repercute fuertemente en el bolsillo de las familias.
El presidente del frente cívico popular del Soconusco, Pablo Pedro Scott Ramos lamentó que los propietarios de establecimientos se aprovechen de la necesidad de las familias por abastecer su despensa ante la contingencia epidemiológica y especulen con los precios de manera desmedida.
Dijo que, ante la incertidumbre que existe entre la población por el Covid-19, en los recientes días se han registrado compras de pánico tanto en mercados públicos, tiendas de abarrotes y supermercados, lo que han aprovechado los comerciantes para abusar de la economía de los consumidores al incrementar de manera abusiva los precios.
En el caso del huevo subió de 60 a 80 pesos el casillero, la harina de nixtamal de 110 a 150 pesos el paquete de 10 kilogramos, el azúcar se incrementó de 170 a 200 pesos el paquete de 10 kilogramos, al igual otros productos básicos como el frijol, arroz, pastas e incluso el pollo presenta un alza en sus precios.
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"Es un abuso lo que están haciendo los comerciante con las familias, no es posible que se aprovechen este panorama de temor que se está viviendo para subir los precios de los productos de la canasta básica y más ahora que la economía de la población se ve afectada con la suspensión de los empleos, es necesario que se sancione estás prácticas anómalas" sostuvo.
Puntualizó que, la población del Soconusco lamentablemente está desprotegida, ya que al no existir oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), no se pueden reportar estas anomalías que dañan el bolsillo de las familia.
Finalmente, Scott Ramos exhortó a la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a que vigile y sanciones estas prácticas abusivas que están cometiendo las tiendas de abarrotes, las cuales laceran la economía de las familias, y que no permitan que lleven "agua para su molino" a costa de la necesidad de la población durante la contingencia epidemiológica.