La pandemia por el Covid-19 obligó en el aspecto educativo a implementar medidas para dar continuidad al proceso de enseñanza aprendizaje en todas las instituciones públicas y privadas, principalmente en aquellas que trabajan con niños con capacidades diferentes.
La maestra en educación especial y responsable del Centro Integral Educativo de Niños Tapachula, María Elena Sánchez Pineda, afirmó que la pandemia implicó un mayor reto para los instructores y docentes, padres de familia y alumnos para lograr el aprendizaje, la terapia de lenguaje, la estimulación temprana para los niños con capacidad auditiva.
Dijo que la educación a distancia implicó problemas mayores pues había que enfrentar situaciones relacionadas con las señal de internet, la falta de datos en los alumnos o problemas por falta de esta tecnología, lo que implicó que en muchos casos el alumno sordo se desesperara cuyas distracciones condiciona a que no quiera seguir con sus cursos.
Lee también: Concientizan a automovilistas a no usar espacios para discapacitados
"Muchos niños provienen de comunidades en donde no cuentan con acceso a internet y el no entrar a las sesiones virtuales ha traído problemas emocionales, de reflejo y aceptación, ya los niños con esta discapacidad requieren una atención especializada", sostuvo.
La instructora certificada en lenguaje de señas enfatizó que es importante que el niño, adolescente o joven asista o tenga en este caso las clases a distancia con personal especializado, porque el entorno con la pandemia varió y la educación es especial.
Por otro lado, Sánchez Pineda puntualizó que el lenguaje de señas a pesar de que existen aspectos básicos este varía según las regiones, y puso de ejemplo entre Tapachula y Tuxtla o entre Tapachula y la frontera con Guatemala donde existe influencia del lenguaje de señas de Estados Unidos, en donde se presentan diversas variantes.
Remarcó que se trata de distintos tipos de interpretación de la lengua de señas entre la comunidad sorda, por las regiones, costumbres o ubicaciones geográficas, e incluso señaló que conforme el alumno avanza en sus estudios la forma de aprendizaje es especial en cada nivel en la primaria, secundaria y bachillerato, cuyas dificultades han provocado que muchos de los alumnos dejen de estudiar porque no se adaptan o se les dificulta y prefieren acudir a los talleres de oficios.
Indicó que la parte pedagógica es difícil por la forma de comunicarse, ya que el docente debe tener conocimiento de la lengua de señas, metodología, modelos de construcción, sobre todo porque muy distinto a una persona que no tiene esos problemas, los sordos enfrentan la carencia de la audición y ante cualquier situación que se dificulte enfrentan una soledad profunda que no siempre es atendida con la metodología en las instituciones públicas o privadas.
Concluyó que la educación especial en particular para la comunidad sorda es un reto que requiere de todo el apoyo familiar que se tiene que familiarizar con los vocabularios que permitan el mayor desarrollo.