En la década de los 90, la Villa de las Hortensias, conocida como Cacahoatán, enfrentaba una escasez presupuestal que limitaba su capacidad para atender las necesidades socioeconómicas, por ello, se luchó para elevar el rango de la villa a ciudad, indicó, César Osvaldo Arriola Barrera.
Explicó que un grupo de ciudadanos decidió iniciar un proceso legislativo para elevar el rango de la villa a ciudad, con el objetivo de obtener mayores recursos y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
“Este esfuerzo ciudadano fue coordinado con el legislador local del XXIV Distrito, Carlos Osvaldo Pano Becerra, y con el apoyo Juan Carlos Bonifaz Trujillo, presidente de la Gran Comisión del Honorable Congreso del Estado de Chiapas” expresó.
Añadió que juntos, trabajaron para cumplir con los requisitos legales y presentar la solicitud ante el Congreso del Estado para poder obtener más recursos económicos para este municipio en crecimiento.
Explicó que el presupuesto anual del municipio de Cacahoatán en esos años era de 12 millones de pesos, provenientes de participaciones federales y estatales que nos alcanzaban para haber mucho por el municipio.
Precisó que los recursos eran insuficientes para satisfacer las demandas crecientes de la población, lo que motivó la gestión legislativa para elevar el estatus del municipio y así acceder a un mayor financiamiento.
Comentó que el esfuerzo dio frutos y el 13 de junio de 1998, el pleno del LIX Congreso del Estado de Chiapas sesionó públicamente en el parque central de Cacahoatán y en dicha sesión, se anunció el decreto que elevaba a la villa a la categoría de ciudad.
“Dos décadas después, el presupuesto de Cacahoatán se incrementó a 126 millones de pesos anuales, lo que ha permitido atender de manera más efectiva las necesidades de la comunidad y mejorar significativamente la infraestructura y los servicios públicos”, abundó.
Destacó que el aumento en el presupuesto ha sido fundamental para el desarrollo del municipio, ya que hoy Cacahoatán cuenta con mejores vías de comunicación, servicios de salud y educación más accesibles, y una infraestructura que ha mejorado la calidad de vida de sus habitantes.
Detalló que fue en La administración municipal de 1996-1998 que él encabezó jugó un papel crucial en este proceso para que hoy Cacahoatán sea una ciudad con mayor presupuesto para obras y servicios público.
Puntualizó que el equipo de gobierno de aquella época, que incluyó al síndico municipal: Mario de Jesús Barrios Barrios y a los regidores Francisco Cárdenas López, Pedro Marroquín López, Alfredo de Jesús Sánchez Barrera, María Amalia Chun Castellanos, Carlos Ramírez Ramírez, Clemente Verdugo Baltazar, Héctor Hugo Gordillo Ramos, Jacinto Paulino López Salique, Baldomero Díaz Roblero y Jesús López Hernández, trabajó incansablemente para lograr el objetivo.