La tuberculosis en Chiapas ha estado en constante aumento en los últimos años, principalmente en Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, indicó James Gómez Montes, epidemiólogo y ex secretario de Salud de Chiapas.
Explicó que en 2021 se tuvieron mil 158 casos, en 2022: mil 384 y el año pasado se alcanzó la cifra de mil 463 casos de la enfermedad en varios puntos de Chiapas, de acuerdo a los datos oficiales de la Secretaría de Salud Federal.
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Destacó que la Perla del Soconusco y la Capital Chiapaneca acumulan el 60 por ciento de los casos de esta enfermedad, la cual se considera de las no atendidas u olvidadas, como la llamó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“La enfermedad se asocia con la pobreza y en Chiapas es un problema serio de salud, pues se presentan más de mil casos por año, pero la tuberculosis no solamente afecta a los pulmones, sino a cualquier parte del cuerpo”, expresó el epidemiólogo.
Añadió que hay tuberculosis renal, así como en diferentes partes del cuerpo, sin embargo, la más frecuente es la pulmonar y últimamente se ha detectado con más frecuencia la meningitis tuberculosa, que generalmente se da entre los niños por la falta de aplicación de la vacuna BCG que previene las formas graves de tuberculosis, así como por ejemplo la meningitis u osteomielitis.
Precisó que el año pasado en Chiapas se registraron un promedio de 18 casos de meningitis tuberculosa y en 2022, 13 casos de esta enfermedad, de acuerdo a los datos del boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud Federal.
“Esto es preocupante porque antes sólo se registraban un promedio de 4 casos por año por la no aplicación de la vacuna, que está enfocada en prevenir la tuberculosis en su forma grave”, abundó el especialista en salud.
Destacó que para proteger a los menores es de vital importancia que se aplique la vacuna BCG cuando el niño nace, para protegerlo en los primeros seis meses de vida, aunque esto no los protege de la tuberculosis pulmonar.
Puntualizó que para proteger a la población se tiene que vacunar a los niños cuando nacen, realizar la búsqueda intencionada de la enfermedad, usar cubrebocas y realizar los diagnósticos a tiempo, principalmente cuando el paciente tiene una tos crónica de uno o dos meses y fiebre, aunque no muy alta.